El Coyella se vistió de rojiamarillo en busca de una remontada
Las cercanías del reducto guadalupano fueron tomadas por la afición herediana, que espera celebrar el título 30.
Una marea rojiamarilla tomó Guadalupe. En los alrededores del estadio Coyella Fonseca, la moda quedó de lado y solo hay campo para dos colores: el rojo y el amarillo.
Casi un 90% son aficionados florenses, quienes llegan al reducto guadalupano con la esperanza de vivir una épica remontada, y celebrar desde aquí y hasta el fortín el ansiado título 30.
Las entradas estaban agotadas desde hace una semana. Este sábado, con mucho orden, fueron ingresando los asistentes, alrededor de las 4 p. m., pues todos querían tomar el mejor campo.
Pese al 2-0 en contra de la ida, muchos aseguran estar confiados; los más pesimistas, incluso, dicen que todo se decidirá en los penales. Lo cierto es que es difícil predecir un resultado.
El “Ninguno pudo con él” comenzó a calentar poco a poco las gradas, pese a la fuerte lluvia de las primeras horas, que amenazó con opacar el ambiente.
Pasada la lluvia, las capas multicolores y las sombrillas dieron paso a más camisetas del Team, eso sí, hubo espacio para uno que otro morado animado, que siempre con respeto y en familia, llegaron a vivir el partido, aunque fueron contados con los dedos.
Con este ambiente, el partido dará inicio a las 6 p. m. y solo el tiempo dirá si los heredianos celebrarán o si bien el morado termina robándose el festejo.