28 de febrero de 2014, 5:05 AM

Prepárense para una experiencia realmente impactante: "12 Años de esclavitud", tercer largometraje del aclamado realizador inglés Steve McQueen, es una película dura y sin concesiones, tan desgarradora como inolvidable.

Relata la increíble historia verídica de Solomon Northup, un violinista afroamericano, nacido libre en Nueva York, quien fue secuestrado y vendido como esclavo en 1841.

Algunos años antes de la guerra de secesión, Northup experimentó un auténtico infierno terrenal: al mando de un despótico terrateniente, fue obligado a trabajar sin descanso en una plantación de algodón, recibiendo toda clase de humillaciones y abusos físicos y emocionales.

La cámara se convierte en mudo testigo de situaciones aberrantes: una madre separada a la fuerza de sus hijos, individuos inocentes linchados por buscar la libertad, mujeres violadas y despojadas de su dignidad.

Evitando las moralejas y las frases retóricas, la película ilustra todo lo anterior con una sobriedad y una objetividad ejemplar.

Así, el esclavista cruel retratado por Michael Fassbender, no un villano de caricatura, sino un ser humano complejo, retorcido y cargado de contradicciones.

Chiwetel Ejiofur sobresale en el rol principal y la debutante Lupita Nyong'o deja una impresión indeleble dentro de un elenco en estado de gracia.

Por la relevancia de su argumento y la contundencia de su ejecución, "12 Años de esclavitud" recibe nota máxima: calificación 10, una de las mejores películas del año.