Por Eric Corrales |13 de septiembre de 2021, 14:30 PM

Islandia ha disminuido un 90% los nacimientos de bebés con Síndrome de Down y otras condiciones.

Esto responde a dos factores: primero, los avanzados test neonatales llamados “Prueba de combinación”, que tienen una precisión de un 85% para detectar la trisomía 21 en los bebés. Segundo, una ley de interrupción de embarazo que permite el aborto más allá de las 16 semanas.

¿Están exterminando a los bebés con Síndrome de Down?

A raíz del bajo nacimiento de niños con esta anomalía cromosómica, han surgido varias teorías de que el país europeo está prohibiendo su nacimiento.

El doctor Peter MacParland, ginecólogo del Hospital Nacional de la Maternidad de Dublín, ha asegurado en varias conferencias que “en Islandia, el 100% de los bebés diagnosticados con Síndrome de Down son abortados”, según recopiló el diario El País

“No ha nacido ningún bebé con Síndrome de Down en Islandia en los últimos cinco años”, sentenció el médico.

El Gobierno de Islandia rechaza los señalamientos de "exterminio" y, más bien, destaca el avanzado sistema de salud del país, que ha logrado que las mujeres puedan detectarlo antes del nacimiento.

El 100% de las mujeres que se hicieron el examen y descubrieron que su bebé nacería con Síndrome de Down, decidieron abortarlo. Al menos así lo demuestran los datos del Ministerio de Salud islandés, publicados por El País.

¿Porqué entonces hay un 10% de niños que sí nacen con Síndrome de Down?

Si bien muchos otros países de Europa e incluso Estados Unidos tienen una alta tecnología en su sistema de salud, en Islandia solo nacen de uno a dos niños con Síndrome de Down u otras discapacidades, esto según datos publicados en CBS News.

Esto desmiente la idea de que el país europeo “extermina” los bebés con trisomía 21, principalmente porque las mujeres no están obligadas a realizarse el examen.

Hay un 20% de mujeres embarazadas que no se realizan la prueba. Además, entre un 15% y un 20% de las pruebas prenatales muestran un bajo riesgo de detección, lo que hace que la madre decida no abortar.

“Los bebés con esta alteración que nacen en Islandia eran de bajo riesgo en nuestra prueba de detección, por lo que no pudimos detectarlo en el examen de cribado”, explicó a CBS News Hulda Hjartardottir, jefe de la Unidad de Diagnóstico Prenatal del Hospital Universitario Landspitali, donde nacen el 70% de los niños islandeses.

“No me querían dar apoyo si no abortaba”

Si bien las madres no están obligadas a abortar, existen testimonios recopilados por medios como BBC Mundo, donde algunas mujeres europeas, quienes decidieron tener a su hijo con Síndrome de Down, aseguran que sufrieron discriminación y presión social para que abortaran.

Jaxon Buckmaster es un niño británico con Síndrome de Down, una “excepción a la regla”, y quien actualmente tiene siete años y vive una vida como cualquier otro pequeño de su edad.

Sin embargo, su madre Lorraine relató que tuvo que “nadar contra corriente” para poder tener a su hijo.

Asegura que, si bien no se realizó el examen prenatal, sí se hizo otros exámenes de sangre y demás que revelaron que el niño podría tener trisomía 21.

Su madre relató a BBC Mundo que, una vez que el sistema de salud lo supo, comenzó a recibir una alta presión social para que abortara.

“Nos ofrecieron 15 veces abortar al bebé, como seguíamos en negativa me indicaron que solo me daban apoyo si elegía la opción del aborto. Recibí mucho desprecio del personal médico, eran muy negativos sobre esta condición cuando estaba embarazada”, relató la mujer al medio británico.

Contó que cuando ella se negó a que le hicieran una amniocentesis (prueba que conlleva una posibilidad de aborto espontáneo) la doctora se molestó bastante.

“Le dije que no, que no estábamos interesados, en parte porque habíamos perdido un bebé el año anterior. Su respuesta fue bastante agresiva y dijo 'las mujeres como tú me ponen mala. ¿Para qué te haces un examen si no vas a hacer algo al respecto?'", agregó Lorraine.

Según la islandesa, en su país el Síndrome de Down es catalogado como algo muy malo, incluso cuando la llamaron para dale la noticia le dijeron “le tenemos muy malas noticias, confirmamos que su bebé tiene un 20% de riesgo de tener Síndrome de Down”.

"Sabemos que siempre necesitará apoyo, pero realmente creemos que llevará una vida plena. Es un showman, un verdadero animador y creemos que terminará en el escenario".

Otro relato que publicó BBC Mundo es el de Emma Mellor, quien asegura que se sintió presionada para abortar.

“A pesar de que habíamos decidido tener al bebé, no solo nos ofrecieron abortar 15 veces, sino que a las 38 semanas me dijeron que todavía estaba a tiempo”, indicó.

La joven madre reveló que le decían que el niño podría tener un efecto negativo en su calidad de vida. En ese momento, Emma también tenía otro hijo, quien estaba en lista de espera para una cirugía en el corazón.

“Yo no podía creer como, por un lado, querían que abortara a mi hija poniéndole una inyección en el corazón para que dejara de latir y al mismo tiempo esperaba una cirugía para arreglar el corazón de mi otro hijo para que pudiera vivir bien”, dijo la madre.

En la década de 1960, la esperanza de vida era de 15 años. Ahora, con los avances de la ciencia, está entre 50 y 60 años, según datos del NHS / Positive About Down Syndrome.