Por AFP Agencia |10 de octubre de 2020, 12:12 PM

La primera para el equipo Israel SN en un día para aventureros: el británico Alex Dowsett conquistó este sábado en Vieste la 8ª etapa del Giro de Italia, que conoció su primer caso de covid-19 con el abandono obligado del británico Simon Yates (Mitchelton).

Hasta el momento, ningún corredor del Tour de Francia, que terminó el 20 de septiembre, ni del Giro, que comenzó el pasado 3 de octubre, había dado positivo al coronavirus, pese al deterioro de la situación sanitaria en Europa.

Un comunicado del equipo Mitchelton hizo saltar las alarmas el sábado por la mañana, antes del inicio de la etapa en Giovanezzo (sur), informando del abandono de Yates, ganador de la Vuelta a España-2018 y uno de los candidatos al podio de este Giro pese a que flaqueó el lunes en la primera llegada en alto, en el Etna.

El británico desarrolló síntomas muy ligeros una vez terminó la 7ª etapa disputada el viernes.

"Hacemos controles de temperatura rutinarios", explicó el doctor Matteo Beltemacchi, médico del equipo. "Simon dio un poco de fiebre. Fue aislado en su habitación e inmediatamente pedimos un test rápido utilizando la oferta de servicios de RCS" (empresa organizadora del Giro).

Los corredores y el personal de la escuadra australiana, que se sometieron a test con resultados negativos, recibieron luz verde por parte del Giro para continuar la carrera. En los próximos días se someterán a nuevos test.

El Giro tiene previsto, como el Tour de Francia, rondas de detección del covid-19, antes de la carrera y durante las dos jornadas de descanso. Pero los equipos tienen libertad para tomar por ellos mismos medidas de seguridad suplementarias y de pedir test, a partir de los primeros síntomas.

"Yates es el primer caso después de diez días. Las operaciones de detección rápida funcionan bien, es lo que nos permitió ayer (viernes) por la noche comprobar la positividad de Yates y la negatividad de todas las otras personas del equipo", se felicitó el director de la carrera Mauro Vegni.

El patrón del Giro aprovechó la ocasión para criticar a la federación internacional: "Si hubiésemos seguido el protocolo establecido por la Unión Ciclista Internacional, habríamos realizado el test anoche, enviarlo de madrugada a Milán y no habríamos tenido el resultado hasta mañana (domingo). Yates podría haber corrido hoy y haber infectado a otros corredores". 

Sin contrato pero con un bebé

En la etapa que desembocó en la ciudad de Vieste, al final de la turística península de Gargano, los favoritos mantuvieron un perfil bajo, pese a una aceleración de los compañeros del italiano Vincenzo Nibali tras un pinchazo del danés Jakob Fuglsang.

Los escapados pudieron llegar al final de los 200 kilómetros sin ser cazados, en especial Dowsett, quien dio al equipo Israel SN su primer triunfo de etapa en una gran vuelta y también en el WorldTour (1ª división mundial), que la formación israelí alcanzó este año.

El británico, de 32 años, distanció a sus cinco compañeros de fuga a su entrada en los últimos 20 kilómetros, en las sinuosas carreteras de Gargano. Dowsett se entregó como si estuviera en una contrarreloj, su especialidad, puesto que durante unas semanas en 2015 ostentó el récord del mundo de la hora antes de ser superado por su compatriota Bradley Wiggins.

"¡No puedo decir hasta qué punto necesitaba una victoria así en un año tan difícil!", suspiró Dowsett. "Todavía no tengo contrato para el año que viene y, con un bebé que nacerá en enero, necesitaba tanto un resultado así que no lo puedo creer".

Para el portador de la 'maglia' rosa, Joao Almeida, la próxima etapa será más difícil. "Será más dura", reconoció el ciclista portugués, todavía impasible, a la vista del recorrido de la 9ª etapa, de 208 kilómetros entre San Salvo y Roccaraso.

La ruta termina en altura al final de un recorrido de media montaña. La subida final en los Abruzos, 9,6 km al 5,7% de media, concluye con unas duras pendientes (12%).