Por AFP Agencia |18 de julio de 2019, 6:19 AM

Julian Alaphilippe, líder del Tour de Francia, lucirá el preciado maillot amarillo el viernes en la contrarreloj de Pau. Llevará una equipación que ha sido concebida por los organizadores y no por su equipo, siguiendo una reglamentación, frustrante para las formaciones, que invierten en el textil, y que buscan mejoras en el mínimo detalle.

"Es una realidad pero hay que aceptarla", resume con un punto de amargura Ricardo Scheidecker, responsable de rendimiento del Deceuninck, equipo de Alaphilippe. 

El técnico afirma que han trabajado "mucho" para tener el material más rápido posible, especialmente en la equipación destinada a la contrarreloj. Y ahora su líder no podrá utilizarla.

Según el reglamento, todos los maillots distintivos, entre ellos el amarillo de líder, son concebidos, producidos y distribuidos por la organización, que en el último momento añade el logo del equipo concernido.

Un mal menor en las etapas en línea, en las que la aerodinámica no es una preocupación mayor. Pero un quebradero de cabeza en las jornadas de contrarreloj, donde cada segundo cuenta.

"Nos gustaría poder cambiar la regla, que los equipos puedan tener sus propias equipaciones, añadiendo el logo de la organización, pero por el momento no es posible", añadió el técnico portugués, al frente del equipo belga.

Un trabajo en profundidad.

La cuestión se puso de actualidad en las cronos del Tour de 2017. El equipo Sky de Chris Froome tenía la costumbre de vestir a sus corredores con una combinación especial, que incluía vortex -bandas aerodinámicas que después fueron prohibidas-, pero su líder no pudo utilizarla, ya que era el primer clasificado en la contrarreloj de Marsella. 

"Tuvimos intercambios con la organización porque era una pena que nuestro corredor ocupara el liderato y por ello pudiera tener desventaja con respecto a los otros equipos", rememoró Nicolas Portal, director deportivo entonces del Sky, actual Ineos.

"Entre las mejores equipaciones y las equipaciones menos buenas del pelotón, puede haber un 4% de diferencia en aerodinámica. Es enorme", señaló Frédéric Grappe, responsable de rendimiento del Groupama-FDJ, al que le gustaría que las características técnicas del modelo de la organización fueran trasladadas a los equipos.

La organización, sin llegar a cuestionar su reglamento, sí acepta el debate. "Necesita un trabajo en profundidad, nos hemos acercado a técnicos para intentar seguir lo que hacen los equipos", afirmó el director de carrera Thierry Gouvenou.

'Corregir el menor pliegue'.

Le Coq Sportif, marca que fabrica los maillots distintivos de la Grande Boucle, ha incrementado esfuerzos para ofrecer una equipación de calidad. Sus jerseys amarillos se fabrican en Francia, en la sede histórica de Romilly-sur-Seine, y las fibras textiles se crean en una compañía asociada que trabaja desde Portugal, especializada en el equipamiento técnico, precisó la marca.

"Las materias progresan cada año, los equipos las descubren en el Tour", afirmó David Pécard, director textil de Le Coq Sportif, que asegura que "el maillot amarillo ofrece el mismo rendimiento que el que el corredor tendría con el maillot en su propio equipo".

Desde 2012, la marca francesa envía cuatro especialistas al hotel del maillot amarillo en la víspera de la contrarreloj para medir todos los ángulos y probar la equipación, para que la lleve ajustada al milímetro. Un ejercicio de precisión que dura más de una hora y media.

"Nos piden corregir el menor pliegue cerca del cuello o los brazos", señala Anne-Marie Parent, especialista de la marca. Recuerda que en 2017 para satisfacer al Sky intentaron imprimir el dorsal directamente en la equipación.

"Fueron testarudos, pero la tela era demasiado fina. Al final los convencimos", añade.

A pesar de algunos episodios de este tipo, "los intercambios son eficaces", aseguró Gouvenou.

Nicolas Portal lo confirmó: "Aunque no les podemos probar, hay que reconocer que son muy buenos".