Por Juan José Herrera |20 de mayo de 2016, 3:36 AM

En una mañana histórica para el deporte costarricense Andrey Amador vistió de rosa a Costa Rica al convertirse en el nuevo líder del Giro de Italia, la carrera por etapas más difícil del planeta.

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El hombre del Movistar Team español, llamado a ser segundo por detrás de Alejandro Valverde, coronó esa rebelión suya en la etapa 13 de la Corsa Rosa, una fracción de alta montaña que castigó con dureza las piernas de Bob Jungels, otrora líder y ahora segundo a 26’’ de la cima.

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Amador culminó los 170 kilómetros entre Palmanova y Cividale del Friuli en la posición 15, cobijado en un lote de favoritos del que se descolgó por momentos y al que luchó por volver, consciente de que era ahí donde descansaba ese sueño suyo inagotable por hacerse un nombre entre lo mejor del pelotón mundial.

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Valverde, su compañero y capo, se encargó toda la carrera de mantener cerca al italiano Vincenzo Nibali, la principal amenaza del Movistar por ese podio general que hoy tiene en lo más alto a la bandera costarricense y ahora tercero de la general a 41 segundos, dos menos que el propio Valverde (4).

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La obtención de la maglia rosa por parte de Amador es ya el principal logro del ciclismo centroamericano en la historia, un honor que ya defendía el tico con aquella victoria de etapa en el Giro de 2012 o aquel cuarto lugar del año pasado, dos glorias frescas que hoy se rinden ante la imagen de la champaña y la rosa, del orgullo y la ilusión.

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