Por Julio Naranjo |21 de octubre de 2021, 8:00 AM

El ciclista nacional, Andrey Amador (Ineos Grenadiers), ve cada vez más cerca la puerta del retiro luego de dos décadas de carrera profesional en la que ha lucido la bandera de Costa Rica en los grandes escenarios del deporte de los pedales.

“Ya empiezo a ver la luz al final de mi carrera. El otro año llegaré a 36 años y desde los 19 me ha tocado estar fuera del país, por supuesto que quiero regresar acá”, menciona Amador, quien actualmente entrena y disfruta de merecidas vacaciones en el país.

Según Andrey, al realizar retrospectiva de lo realizado encima de una bicicleta lo hace sentirse muy contento de sus logros, muchos de los cuales nunca le pasaron ni por la mente.

“Hace 20 años nunca pude haber imaginado estar en los mejores equipos de ciclismo y las mejores carreras, igual hay cosas que se me han quedado, metas que no he podido cumplir, pero en lo general me voy contento, lo he dado todo”, indicó el pedalista.

Luego de diez años consecutivos participando en alguna carrera de las tres grandes (Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España), este 2021 no pudo hacerlo y por eso se mentaliza en ponerse a tope para regresar.

“Con Ineos Grenadiers trataré de hacerlo de la mejor manera. Me encantaría poder estar en el Giro de Italia y estar en el mejor nivel porque este no ha sido mi mejor año”, reconoció.

Amador nunca ha ocultado que esa carrera es su favorita y en la que ha conseguido sus logros más grandes a nivel individual ganando una etapa en 2012 y vistiendo la camiseta rosa de líder durante una jornada en 2016.

Traslado de experiencias

Según el orgullo de los pedales ticos, el poder apartar la presión le ha dado la posibilidad de compartir más con su familia e iniciar con una serie de capacitaciones en el país para aquellas personas que les gusta conocer cómo se maneja el ciclismo profesional.

“Siempre había tenido muchas preguntas de la gente que nos apoya, pero estaba metido de lleno en la bicicleta y ya empiezo a ver opciones de más libertad, de poder compartir con las personas, menos presión”, señaló.

Según Andrey, la convivencia con su esposa y sus dos hijas lo hace ver las cosas diferente y disfruta cada vez más esa posibilidad de socializar.

“Es un grupo muy pequeño, familiar y la gente se va super contenta, es compartir, nada científico ni muy complicado, ver puntos de vista. Las personas me preguntan por qué no he sido un ganador sino un gregario y las cosas son claras y sencillas: porque no he podido, entonces les digo que lo importante es buscar su lugar y la vocación que se tiene”, explica.

Además, se indaga sobre aspectos como la preparación integral del deportista, los sacrificios familiares y la nutrición.

“Me gustó muchísimo ver a un niño de 11 años con toda la ilusión en el primer taller que hicimos y fue como devolverme en el tiempo a cuando yo empecé con 12 años. Recuerdo que muy pequeño, no crecía y estaba metido de lleno en el deporte y muchas energías se me iban en la actividad”, recordó.

Por lo general, Amador anuncia sus talleres en redes sociales, los cuales tienen de momento un cupo muy limitado debido a la situación actual de la pandemia por COVID-19.

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