Personas desempleadas y sin estudios son las más acechadas por delicuentes

Periodista: David Sibaja

No se trata de un caso aislado, en realidad 24 de cada 100 personas entre los 15 y 24 años no tienen trabajo, pero, además, tampoco estudian. 

Las zonas rurales son las que más sufren esta realidad. Así lo constata una vecina de Acosta, Yessenia Zúñiga, quien trabaja con su hija Mariam en una soda y lamenta que su hija se haya visto obligada a asumir ese trabajo pese a contar con un bachillerato de secundaria. Como no conseguía trabajo, decidió dejar de estudiar.

“Yo tengo una hija de 26 años, ella es bachiller. Trabaja con nosotros en la empresa, pero el estudio es muy duro y buscar trabajo afuera es muy complicado, ahora no hay oportunidades casi en ningún lado de que encuentren trabajo, ojalá y Dios primero que se llegue a solucionar todo esto”, manifestó Zúñiga.

Actualmente, en nuestro país hay 264 mil personas en busca de un trabajo; la situación es aún más pronunciada entre mujeres (134 mil casos) que entre hombres (130 mil casos). Curiosamente, la mayoría de estos desempleados cuentan con experiencia laboral.

Por otro lado están las personas sin estudios y sin empleo, popularmente llamados "Ninis", quienes, según expertos, representan una carga para el país, pues no aportan nada a la economía.

Otro elemento que aqueja a este grupo poblacional es el aspecto psicológico, ya que quienes están en condición de desempleo son más vulnerables a sufrir depresión y ansiedad, los cuales, sumados al hecho de que tampoco están estudiando, les deja un espacio libre para incurrir en actos y pensamientos negativos. 

Delincuentes al acecho

Las cifras de homicidios en Costa Rica revelan que las personas menores de 30 años son quienes tienen una mayor participación en estos hechos. 

De hecho, los Ninis son el grupo preferido de las bandas, ya que se trata de menores de edad sin estudios o mayores de edad sin trabajo estable que se presentan como una atractiva opción por los delincuentes, quienes los reclutan para delinquir, especialmente si las personas no tienen antecedentes penales.

“En este caso los persuaden resaltando sus debilidades en la sociedad, como por ejemplo, la pobreza, el irrespeto de su entorno, les dicen que su estudio no vale la pena ya que pasan muchos años y no van a tener un empleo estable y les dicen que ellos van a progresar a través de la banda criminal y podrán explotar todas sus capacidades”, explicó la criminóloga Karla Alvarado.

Actualmente, el desempleo nacional ronda el 11%.

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