Por Calle 7 Redacción |10 de mayo de 2023, 14:08 PM

Periodista: Joshua Quesada

Manrique Salazar pasó de solo producir a vender mango hace 30 años debido al gran esfuerzo físico que suponía su cosecha y a la alta exposición que sufría a peligrosos agroquímicos.

La misma preocupación también llevó a Daniel Porras a tomar medidas para garantizar su salud durante la aplicación de pesticidas en sus cultivos de naranjas.

“Uno tiene que ir totalmente preparado con las capas para el cuerpo, con mascarillas y botas”, manifestó Porras.


Sin embargo, el mortal riesgo que presentan los agroquímicos no se limita solo al campo. Muchos de sus componentes se conservan en las cosechas y luego llegan a los platos de los clientes que las consumen.

De hecho, este es un problema generalizado en Costa Rica, ya que nuestro país ocupa el primer lugar en consumo de agroquímicos entre todos los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), por encima de Estados Unidos y China.

En el país todavía se utilizan alrededor de 20 de los plaguicidas más peligrosos del mundo, una práctica que inició con el deseo de tener cosechas más ricas en menos tiempo, pero que se tradujo a devastadores efectos en los ecosistemas donde se utilizaban y en quienes trabajaban en el campo.

“Sin estos productos se reduce mucho la calidad de las cosechas, se reduce la cantidad y la eficiencia de lo que se está generando, entonces trae compromisos económicos para los productores”, explicó la bióloga Ana Eugenia Robles.

En el centro de investigaciones agronómicas de la Universidad de Costa Rica (UCR) no se quedaron de brazos cruzados ante esta problemática y, en 1993, presentaron los primeros bioles, que son productos elaborados a base de bacterias y hongos que pueden utilizarse como una alternativa a los agroquímicos.

El trabajo de este equipo de solo cuatro personas logró crear diez fertilizantes que pertenecen a la familia de bioles, una opción que cada vez más productores implementan.

“Los agroquímicos deterioran al ser humano y al ambiente, contaminan acuíferos, personas, generando más cáncer gástrico. Es realmente una problemática ante la cual el país debe decir, ¡hasta aquí!”, dijo la investigadora de la UCR, Marena Chavarría.

Aunque este trabajo es valioso, todavía no es suficiente.

A finales de marzo, las autoridades en Alemania detectaron un cargamento de melones provenientes de Costa Rica con altos niveles de un peligroso plaguicida conocido como Clorotalonil

A raíz de la alerta, a inicios de este mes, el país redujo a 30 días el tiempo necesario para obtener el registro de agroquímicos y así permitir el ingreso de productos más sostenibles.

Los profesionales insisten en que los productores también deben escuchar otras alternativas que protejan sus cultivos y el ambiente, aunque esto representa un esfuerzo importante a la hora de generar una mayor consciencia sobre la problemática.

Encuentre más detalles en el video adjunto.

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