Por Calle 7 Redacción |22 de mayo de 2023, 16:34 PM

Periodista: David Sibaja

Desde hace dos años, Santiago visita la sede de las Olimpiadas Especiales en Zapote. Él es un niño con autismo, pero desde ya sufre las consecuencias de la falta de presupuesto, pues no hay espacio para las terapias de salud ocupacional.

“Estamos es en lista de espera en terapias ocupacionales, porque él todavía no las recibe aquí. Lo que nos han contado es que, desde el año pasado, hubo un recorte de presupuesto, un montón de cosas que han afectado el apoyo a este programa”, comentó la madre de Santiago, Arlene Ríos. 

Cada dos años en los juegos mundiales, los atletas especiales dejan en alto al país con múltiples medallas; pero, detrás de esa participación, existe una historia de esfuerzo que la gente desconoce: por año, el Comité de Olimpiadas Especiales debería recibir 700 millones de colones. 

La realidad es otra, esa plata no llega desde hace tres años y hoy ni siquiera tienen recepcionista.

“No entendemos todavía por qué no nos han dado la plata, porque hay suficientes cosas de tipo legal que hemos cubierto… No quiero perder el tiempo entrando en una controversia con el Icoder, creo que ellos lo tienen claro”, explicó el director ejecutivo de las Olimpiadas Especiales, Carlos Arce. 

¿Qué pasa con el dinero? Eso es algo que ni ellos saben, ya que el Icoder no da respuestas, no les suministra los fondos y sobreviven con una partida anual de 140 millones de colones que les da el Ministerio de Educación Pública (MEP): es decir, con 560 millones de colones menos de lo previsto, lo que repercute en menos terapeutas, menos sedes regionales, menos salario para el personal y, por ende, menos atención a los niños y jóvenes que, desde que nacen, empiezan su proceso.

“Lamentablemente, debido a estas situaciones de presupuesto, hemos tenido que disminuir esa colaboración que damos a las familias de Costa Rica que tienen hijos en condiciones con discapacidad. La sede San José, que es la única que tiene personal pagado, ha tenido que pasar a laborar medio tiempo”, explicó la directora de Iniciativas, Patricia Salazar. 

La imagen de políticos felicitando a los jóvenes cuando ganan las medallas contrasta con el casi nulo apoyo durante toda su etapa de preparación. Hoy se preparan para ir a Berlín, saldrán en junio, pero aún no saben nada de los uniformes ni del hospedaje, pues tendrán que estar cuatro días antes de lo previsto en Alemania.

El Icoder no da respuestas ni por teléfono ni por correo, a pesar de este llamado que hacen los padres de familia, que ven cómo las autoridades abrazan a sus hijos después de ganar medallas, pero les dan la espalda durante todo su proceso de preparación.

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