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Riesgo jurídico empresarial

En el Laboratorio del Litigio de JÚRISIS, desde hace cinco años, estamos desarrollando una investigación a partir de los casos de delincuencia económica que atendemos, sobre los motivos (trucos y trampas) que llevan a las empresas víctimas a enfrentar litigios cruciales para la supervivencia de sus negocios.

14 de agosto de 2015, 5:15 AM

En el Laboratorio del Litigio de JÚRISIS, desde hace cinco años, estamos  desarrollando una investigación a partir de los casos de delincuencia económica que atendemos, sobre los motivos (trucos y trampas) que llevan a las empresas víctimas a enfrentar litigios cruciales para la supervivencia  de sus negocios.

Al observar las situaciones coincidentes y reiteradas en los procesos penal, hemos extraído los hechos generadores de conflicto y estamos diseñando la metodología de análisis y prevención de riesgo de fraudes (internos y externos) y corrupción, sistema que hemos denominado "Riesgoscopio jurídico"

De estos experimentos legales y del minucioso estudio de sus impactantes hallazgos, comparto  las siguientes reflexiones:

I. Los pavorosos riesgos legales. Hemos detectado entre los factores disparadores del conflicto, los siguientes: constituir una compañía con un pacto constitutivo grillete,  otorgar poderes a personas poco confiables, suscribir contratos sin comprender claramente sus alcances y consecuencias, tolerar "socio-patas" dentro de la empresa, suscribir actas de asambleas de accionistas mal redactadas, comprar  una empresa contaminada de conflictos jurídicos, adquirir un inmueble patológicamente registrado, falta  de preparación para enfrentar chantajes (guerra comercial, ecoterrorismo) cometer errores al enfrentar las arbitrariedades municipales,  confiar en asesores financiero contables incompetentes y mediocres y creer en las recomendaciones erróneas de un abogado "intruso" o inexperto.

II. Incertidumbre jurídica. Las crisis legales afectan a las personas y a las empresas, en todos los niveles, desde el existencial hasta el económico, provocando angustia y pérdidas inimaginables tiempo y recursos. 

Hemos detectado los siguientes fenómenos que producen catástrofes organizacionales, tales como Turbulencias burocráticas: La complejidad surrealistas de los trámites, la actitud agresiva de los funcionarios, las actos y las provocaciones de los corruptos, la espantosa lentitud con que resuelven las gestiones las municipalidades, los ministerios, las instituciones estatales, y las superintendencias.

Tormentas judiciales: La tremenda lentitud de los tribunales y de las fiscalías impide que la justicia salga a flote. Esperar de tres a 10 y a veces hasta más años de litigio, queman cualquier negocio. Los jueces corruptos que resuelven de manera antiética y son protegidos por la cúpula judicial.  Los sinvergüenzas aprovechan la fuerza de la lentitud judicial.

Huracanes arbitrales:  La privatización de la justicia ha sido impulsada por una red de bufetes que controlan esa "industria", con muy elevados costos para las partes, mientras existen pocos controles a la prestación y transparencia del servicio. Recuerdo el arbitraje Alterra, en el que tres árbitros cobraron $150.000 cada uno por declararse incompetentes.

III. ¿Estado de Derecho o Estado leguleyo?  Nuestra sociedad es culturalmente litigiosa. Los partidos políticos creen que las leyes tienen efectos mágicos. Los políticos y los burócratas producen cientos reglamentos para complicarle a la vida a las personas y obstaculizar a las empresas.

Elefantiasis normativa. Estos factores han generado el crecimiento monstruoso del ordenamiento jurídico, que impide el desarrollo humano y económico de nuestro país. Según el director del SINALEVI, el procurador don José Francisco Salas, nuestro ordenamiento jurídico está conformado actualmente por:  19.723 leyes, 9.590 reglamentos y  28.619 decretos y existen 18.171 normas que deberían ser derogadas.

El caótico foro nacional.  El Colegio de Abogados y Abogadas Costa Rica está conformado por alrededor de veintiséis mil profesionales inscritos.  Existen veinticinco  universidades que "imparten y reparten" la carrera de Derecho.  Sólo una es estatal, con examen de admisión, aislada de la realidad nacional, con un decano que tira botellas y pagada con nuestros impuestos.  La enseñanza del Derecho no ha cambiado en el último medio siglo.  A ningún estudiante lo enseñan a pensar jurídicamente.  El nivel profesional y ético del foro costarricense es catastrófico.

Añeja crisis judicial. El principio constitucional de "Justicia Pronta y Cumplida" es letra muerta. La cúpula judicial lleva ocho años redactando las reformas a su legislación interna y todavía no ha concluido su proyecto de lege ferenda. Los magistrados no entienden que la,lentitud tribunalicia es el caldo de cultivo de la corrupción "La pérdida y atraso de expedientes" es el hecho más grave de corrupción judicial, constante y reiterado as infinitum. La falta de respuesta a las víctimas en la justicia penal ha sido del noventa por ciento en los últimos diez años.

IV. Recomendaciones mínimas. Investigue rigurosamente a las personas con las que vinculará a nivel empresarial. Asesórese por profesionales de alto nivel ético y técnico.  Elabore plan para enfrentar turbulencias legales, tormentas judiciales y remolinos arbitrales. Mantenga bien custodiados  sus documentos y archivos societarios, procure que siempre se encuentren ordenados, actualizados y formalizados. Intente -hasta donde sea sensato-  una salida negociada, inteligente y justa de sus conflictos. Recuerde que el litigio puede ser la única salida para solucionar algunos conflictos, pero se trata de una "guerra" en la que gastara muchos años de su vida y mucho dinero.

V.- Advertencia final.  Jamás olvide que nadie  puede alegar ignorancia de la ley y que la justicia, en la Costa Rica de hoy, ni es pronta ni es cumplida.