1 de octubre de 2021, 4:51 AM
Göran Hansson es el secretario general de la Real Academia de las Ciencias de Suecia
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Göran Hansson es el secretario general de la Real Academia de las Ciencias de Suecia.

Cuando en 2018 Donna Strickland ganó el Nobel de física, los titulares no hablaban de sus "revolucionarias invenciones" en el campo de los láseres, sino de que habían pasado 55 años desde que una mujer había recibido este premio.

Es que en tiempos en que se empuja por la igualdad de género en toda la sociedad, los números históricos de los Nobel suelen ser fuente de críticas.

Entre 1901 y 2020 los Nobel en ciencias (es decir, en las categorías de medicina, física, química y economía) han premiado a un total de 710 personas, de las cuales solo 25 son mujeres. Eso equivale al 3,5%.

"Las mujeres han sido discriminadas en la sociedad durante cientos sino miles de años y ciertamente también durante la época del Premio Nobel", dice el médico y científico sueco Göran Hansson a BBC Mundo.

Hansson es el secretario general de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, institución responsable de elegir a los Nobel de física, química y economía, y será el encargado de anunciar a los ganadores en dichas categorías durante la temporada de premiaciones 2021 que va del 4 al 11 de octubre.

"Obviamente nos preocupa que haya tan pocas mujeres laureadas", afirma Hansson.

Pero en su opinión, los Nobel son "el último eslabón" en todo un proceso donde las mujeres van quedando atrás.

Cómo se eligen los Nobel

El proceso en los tres premios que elige la Real Academia de las Ciencias de Suecia y el Nobel de medicina empieza con cada comité específico enviando "formularios confidenciales a personas competentes y calificadas para nominar", asegura la fundación.

Esto incluye desde previos ganadores del Nobel hasta profesores titulares que investigan en cada una de esas áreas específicas en universidades e institutos de distintas partes del mundo.

"En nuestra carta de invitación para nominar ahora especificamos que alentamos al nominador a adoptar una visión más amplia con respecto al género y la etnia", dice Hansson.

Gráfico con ganadores del Nobel en ciencias de la historia
BBC

En total reciben unas 300 nominaciones por premio, agrega. Es de allí que surgen los ganadores.

"Menos del 10% de las nominaciones para los Nobel en física y química son para mujeres científicas", cuenta el investigador sueco.

"No tomamos las nominaciones en proporción porque consideramos cada una. Pero no podemos premiar a alguien que no ha sido nominado", explica.

Hansson no cree que la razón principal para este desbalance en las nominaciones sea "una discriminación deliberada, porque incluso las científicas tienden a nominar más a hombres".

El problema, dice, es otro. O peor aún: muchos otros.

Cadena de factores

Desde la idea de que "las matemáticas no son para las niñas" en adelante existe una sucesión de factores o actitudes que desfavorecen a las mujeres en la ciencia, dice Hansson.

Se incentiva menos a las mujeres a realizar estudios superiores, mucho menos aún si son en STEM, acrónimo en inglés para las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, asegura.

"Luego, debemos asegurarnos de que las mujeres que se dedican a las ciencias tengan una oportunidad justa", tengan modelos femeninos a seguir y más condiciones para tener una carrera científica y una familia, afirma.

"Creo que hay una razón por la cual muchas de las principales científicas del pasado, incluidas las ganadoras del premio Nobel, no tuvieron hijos", opina Hansson, quien cree que la posibilidad de combinar una vida familiar con la ciencia "beneficiaría no solo a las mujeres, sino también a los hombres".

"“Obviamente nos preocupa que haya tan pocas mujeres laureadas”", Source: Göran Hansson, Source description: Secretario general de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, Image: Científica

También está el hecho de que los Nobel premian descubrimientos científicos teniendo en cuenta una "perspectiva de 30 o 40 años", lo cual hace que "se reduzca a muy pocas mujeres, así como a muy pocas personas de otras partes del mundo" que no sean mayormente de Estados Unidos y Europa occidental.

Las mujeres sin premiar

Hansson asegura que la fundación Nobel ha tomado diferentes medidas para aumentar la conciencia del riesgo de discriminación o prejuicio por género entre quienes nominan y toman decisiones, además de incluir más mujeres en cada instancia del proceso de selección.

Aunque reconoce que siempre se puede hacer más, cree que sería un "serio error" establecer "una cuota o decir que el año que viene vamos a premiar solo a mujeres".

La medida no solo iría en contra de la idea de premiar a "quien más lo merece", sino que generaría la idea de que las mujeres laureadas obtuvieron el Nobel por su género y no por mérito propio, afirma.

"Nos emocionó mucho el año pasado cuando tuvimos los dos premios Nobel de química", dice en referencia a Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, y luego agrega a Andrea Ghez, una de las tres personas laureadas en física también en 2020.

Pero no todas las mujeres han recibido su justo reconocimiento a lo largo de la historia de los Nobel. Hansson se limita a mencionar "los dos casos de los que más se habla": la austríaca Lise Meitner y la inglesa Rosalind Franklin.

Durante casi 30 años Meitner formó una dupla científica perfecta con el alemán Otto Hahn. Incluso siguieron trabajando juntos a la distancia cuando ella, por ser judía, tuvo que abandonar la Alemania nazi.

Sin embargo, fue él quien recibió el premio Nobel de química en 1944.

Hansson aclara que no es físico, pero que ha tenido conversaciones con "físicos que han investigado los archivos y registros de las deliberaciones de los comités Nobel de los años 40".

Algunos creen que al tener que huir, Meitner "no estuvo cuando su colega hizo las observaciones finales", pero afirma que hay una mayoría que opina que "ella hizo algunas de las contribuciones clave y, por lo tanto, debería haber sido incluida en el premio".

"Definitivamente este es un caso en el que puede ser cierto" que fue excluida por ser mujer, reconoce.

No opina igual con Franklin. "Es triste, pero en cierta forma el caso es más fácil porque ella murió de cáncer 5 años después del descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN. Y en ese entonces, en 1958, nadie había sido nominado aún por el descubrimiento: ni (James) Watson ni (Francis) Crick ni (Maurice) Wilkins ni Franklin", dice.

Los tres primeros fueron quienes obtuvieron el Nobel de medicina en 1962, porque "no puedes premiar a una persona póstumamente y ella llevaba 4 años muerta". En ese entonces esta era una práctica extendida, pero desde 1974 forma parte de los estatutos.

Hansson se niega a mencionar otros casos concretos pues "hay muchas personas que podrían haber ganado el premio y que están decepcionadas". Y no son solo mujeres, dice: "Podrías decir lo mismo de hombres".

"Si miras en los últimos años", concluye, "hemos tenido un incremento en la cantidad de mujeres que reciben el premio Nobel también en las ciencias. Es una tendencia positiva y no podemos garantizar que será así cada año. Pero si miras con una perspectiva de largo plazo, verás que hay una mejora. Soy optimista".

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