Por BBC News Mundo |30 de mayo de 2022, 5:53 AM

Los colombianos patearon el tablero. Casi dos tercios de las personas que votaron este domingo lo hicieron por un cambio drástico, inédito, incierto.

El izquierdista Gustavo Petro y el independiente Rodolfo Hernández pasaron a segunda vuelta, según el preconteo oficial. La cita para el balotaje es el 19 de junio.

Esto significa que la mayoría en Colombia no quiere "construir sobre lo construido", "ni cambio responsable", como decían las candidaturas "moderadas". Se manifiestan cansados de eufemismos en un país que no da giros bruscos hace décadas.

Y parece que ahora sí lo será.

Petro, que logró un 40% de los votos, es un exguerrillero y exalcalde de Bogotá que lleva más 20 años en el espectro político como uno de los líderes de la oposición a la centroderecha que ha gobernado al país por décadas.

Petro es, y sobre todo ha sido, el antisistema. En parte por eso genera tanto apoyo como rechazo.

Hernández, que llegó a segunda vuelta con el 28% de los votos, pasó de ser un exitoso constructor de vivienda social a alcalde de Bucaramanga, una ciudad media donde tiene la reputación de haber ordenado las finanzas públicas.

Su programa es ambiguo, pero su mensaje es claro: magno dura contra la corrupción.

Ambos candidatos representan una agenda de cambio drástico, pero de manera distinta: Petro es un crítico del sistema, que ha llegado a dudar de si hay o no democracia en el país, y quiere transformar radicalmente su economía, mientras que Hernández es un adalid contra "la politiquería de los que creían que serían gobierno eternamente".

Ambos han avanzado a la segunda vuelta atacando a "los de siempre", que quedaron fuera de la disputa de la presidencia.

Pero ahora, ante este escenario incierto e inesperado, ambos candidatos tendrán que modificar algo su discurso para ganar.

"La campaña de segunda vuelta va a ser muy imprevisible, porque los dos van a tener que ir en contra de su propio discurso", le dice a BBC Mundo Yann Basset, politólogo y experto electoral.

"Rodolfo tendrá que contar con las redes clientelistas, a pesar de su discurso anticorrupción; y Petro tendrá que mostrarse como un defensor de las instituciones", explica.

¿Pero qué necesita cada uno para ganar?

Gustavo Petro

Este domingo Gustavo Petro se convirtió en el primer político de izquierda pura que gana una ronda electoral en Colombia: con 8,5 millones de votos superó incluso su propio récord, alcanzado hace cuatro años, cuando perdió la segunda vuelta con Iván Duque (que obtuvo 10,3 millones por los ocho de Petro).

Sede de Gustavo Petro.

Getty Images

El exalcalde de Bogotá se declaró victorioso, porque mostró una fuerza electoral histórica.

Esta es la tercera vez que intenta llegar a la presidencia.

Y logró los votos de las zonas más desposepidas de Colombia y de la mayoría de los centros urbanos más importantes, como Bogotá, Cali, y Cartagena.

La coalición que encabeza, denominada el Pacto Histórico, aglutinó a numerosos sectores de la izquierda y centroizquierda, pero no logró uno de sus objetivos centrales: ganar en primera vuelta. Le faltaron dos millones de votos.

El "cambio en primera", uno de los eslóganes de la campaña, no se dio. Y eso les complica el camino a la presidencia.

Ahora Petro tendrá que intentar al menos dos cosas: sumar parte de los votos que obtuvo Sergio Fajardo (centro izquierda) cuarto con unos 900.000 apoyos, y sumar nuevos votantes a sus filas.

Farjardo aún no se ha pronunciado sobre a quién apoyará y aunque la participación en los comicios del domingo aumentó un poco respecto a la primera vuelta de 2018, el 54% que participó sigue siendo un porcentaje bajo de votación (aunque sólo superado por la segunda vuelta de 1998, con 59%).

Petro podría ganar votos si logra movilizar aún más a la gente que se abstiene o tiene dificultades para llegar al punto de votación, la mayoría de los cuales está en las regiones vulnerables donde él suele ganar y ganó. También podría aumentar el sufragio femenino que rechaza Hernández por sus mensajes de carácter machista.

Un tercer y complejo elemento apunta a si el candidato izquierdista logra convencer a quienes reniegan de su pasado como exguerrillero del M-19 y amigo de Hugo Chávez de que es una mejor opción de su rival.

"Petro ahora tendrá que mostrarse como la posibilidad de un cambio razonable frente a Hernández", opina Basset.

Lo más probable es que en miras a la segunda ronda Petro exponga más su faceta de estudioso que lleva décadas construyendo un sólido plan de gobierno y sume perfiles moderados y de gran preparación que den confianza en lo económico y lo técnico.

Por su parte, el candidato que llegó tercero, Federico Gutiérrez, representante de la derecha tradicional y del "establecimiento", obtuvo cinco millones de votos (un 24%), y ya respaldó a Hernández para la segunda vuelta.

"No queremos perder el país", dijo Gutiérrez en su discurso de concesión este domingo. "Y por eso votaremos por Rodolfo (…) Gustavo Petro no le conviene a Colombia".

Es un gran espaldarazo, pero aún es muy pronto para saber cuántos de sus seguidores votarán efectivamente por el independiente.

Gustavo Hernández

Si la figura de Petro despierta recelos, la de Hernández no se queda atrás, aunque su sorpresiva aparición en la contienda hace que sólo ahora empiecen a destacarse, como que en una ocasión se mostró admirador de Hitler (luego se retractó) y por comentarios que han sido calificados de misóginos y homófobos.

Mapa de resultados por departamento

BBC

Hernández era un desconocido a nivel nacional hace seis meses. Se hizo famoso a punta de comentarios polémicos, propuestas improbables y un discurso coloquial. Eso le sirvió para mostrarse cercano a la gente.

El éxito de su campaña estuvo en dos cosas: el mensaje y las formas.

Lo primero era claro: acabar con el despilfarro y la corrupción en el Estado. Lo segundo era novedoso: ser tanto o más coloquial que la gente y utilizar muy bien las redes sociales.

Simpatizante de Rodolfo Hernández.

Getty Images

Hernández no tuvo problema en demostrar ignorancia en temas clave del gobierno, decir groserías en público o presumir de su fortuna y éxito empresarial. Eso le sirvió para entrar a segunda vuelta, pero le puede impedir llegar a la presidencia.

"Tendrá que sumar el apoyo de toda la derecha, de las redes clientelistas y las llamadas maquinarias, y eso lo pone en una situación delicada por su discurso anticorrupción", señala Basset.

La voluntad de cambio, aquella que se manifestó en las protestas y parecía en línea con Petro, también se personifica en Hernández. Pero los votos de Gutiérrez, el tercero este domingo, rechazan un cambio drástico.

En un tuit, la congresista y exaspirante presidencial, María Fernanda Cabal, una de las personas más radicales dentro del uribismo, anunciaba: "El país necesita cambios, no el suicidio que ofrece Petro, pero sí autoridad, orden y la prosperidad que ofrece un empresario como el ingeniero Rodolfo Hernández".

Lograr un equilibrio entre la ruptura que lo hizo popular y el continuismo que lo puede llevar a la presidencia parece ser el reto de Hernández. Pero no es fácil.

"La disputa se va a concentrar en las zonas donde Petro no ganó con más del 50%", señala Sebastián Londoño, analista electoral.

"Entonces, en regiones como el centro del país, donde Hernández tuvo un desempeño notable aunque haya ganado Petro, pero con menos del 50%, es donde se va a definir la elección".

El onsultor político Miguel Silva lo ve así: "Rodolfo le quitó el discurso del cambio a Petro, porque los votos de Rodolfo parecen más antisistema que los de Petro y no hay un voto de Fico (Federico Gutiérrez) que no vaya a Rodolfo".

"Será una segunda vuelta reñida, pero creo que el ingeniero tiene la ventaja". opina Silva.

Sin embargo, como lo demostró la primera vuelta, en estos momentos en Colombia no hay certezas electorales y es probable que el sucesor de Iván Duque en la Casa de Nariño se decida voto a voto el 19 de junio.

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