7 de mayo de 2014, 4:47 AM

"Tú eres la verdadera MVP", le dijo Kevin Durant a su madre, Wanda Pratt, mientras recibía el trofeo Maurice Podoloff tras superar a otras figuras como LeBron James, Blake Griffin y Joakim Noah como el jugador más valioso a lo largo de los 82 partidos de temporada regular.

Es común que los involucrados derramen lágrimas durante el discurso de aceptación, pero ese afecto, emotividad y humildad no fueron ni son 'flor de un día' para el nuevo 'Rey' de la NBA. Durante los partidos, así como al final de cada uno, Durant mira constantemente hacia la grada, donde se encuentra Pratt vistiendo la '35' y apoyándolo aunque muchos en Oklahoma lo llamen 'Señor Desconfiable'.

Durant llegó a la Liga hace siete años, como la segunda selección global del draft, y a un equipo que más allá de una mala racha deportiva, vivía un crisis operacional, los Seattle Supersonics. Lejos de los años de gloria protagonizados por Gary Peyton y Shawn Kemp, Durant llegó a un equipo en reconstrucción y que un año más tarde se tendría que mudar a Oklahoma City para convertirse en los Thunder.

Eso no impidió que en su primer año promediara 20.3 puntos, 2.4 asistencias y 4.4 rebotes por encuentro, para terminar siendo catalogado como el 'Novato del Año'. 

La primera temporada del equipo como los Thunder terminó con un récord 23-59, y alcanzaron los playoffs por primera vez hasta 2010 y como el octavo lugar. A partir de ese momento, se convirtieron en 'invitados' habituales y contendientes al título por la Conferencia Oeste.

Eliminación tras eliminación, contra equipos como Los Angeles Lakers y Dallas Mavericks, se vieron interrumpidas por un boleto a la gran final (2012) frente a LeBron James y sus Miami Heat, que sería la primera gran derrota en la carrera de 'Durantula'.

Un año más tarde, los Memphis Grizzlies desnudaron a unos Thunder sin el escudero de Durant, Russell Westbrook.

Esos primeros siete años que vivió Durant sin un título, pero confirmado como uno de los mejores representantes de la NBA a nivel mundial, remontan a muchos a la época de Michael Jordan con los Chicago Bulls, quien tras llegar al equipo en 1984 y causar un impacto inmediato en propios y extraños, tuvo que esperar hasta 1991 para obtener su primer campeonato.

Durant ha liderado a la NBA en puntos, durante cuatro de sus siete temporadas, incluyendo la última con un promedio brutal de 32. Si no fuese por la existencia de James, quien merecidamente acumula cuatro trofeos de 'MVP', las vitrinas de Durant carecerían de más espacio.

Luego de la primera temporada, en la que muchos sufren por una necesaria y ruda adaptación, sus números nunca han descendido de 25.3 puntos, 2.7 asistencias y 6.5 rebotes por campaña.

A sus 25 años, Campeón Mundial con Estados Unidos en el Mundial de Baloncesto 2010 y Medalla de Oro con la última versión del 'Dream Team' en Londres 2012, elegido en cinco ocasiones para el 'Juego de Estrellas' ('MVP' en 2012), miembro del 'Mejor Quinteto' de la temporada en cuatro ocasiones, solo le resta regresar a una final NBA y ganarla.

"Muchas personas creyeron en mí cuando ni yo mismo lo hacía, he caído muchas veces, mi familia y yo hemos tenido las probabilidades en nuestra contra una y otra vez, no se supone que debería estar aquí, pero mi madre nos mantuvo lejos de las calles, puso ropa en nuestra espalda y comida en nuestra mesa, muchas veces acostándose con hambre", así Durant intentó explicar la travesía que le ha permitido disfrutar, sufrir y valorar el 'MVP' de su vida.