Por Adrián Fallas |7 de abril de 2021, 9:19 AM

Andy Mora es uno de los jóvenes prospectos del baloncesto nacional que desarrolla su carrera en los Estados Unidos y recientemente recibió el premio a mejor jugador de la Canyon Athletic Association, que agrupa los mejores colegios privados del estado de Arizona.

Mora lideró a la Tri-City Christian School con 24.3 puntos por partido, además de sumar 8 rebotes y promediar 59% desde el campo y 81% de la línea de tiro libre.

El distribuidor de 17 años y 1.84 de altura inició su carrera en la Academia de Baloncesto de Coronado, antes de pasar a Jugar con el Comité Cantonal de Curridabat.

Un veterano de selecciones menores, pudo dar el salto al baloncesto estadounidense luego de un torneo con la Tricolor, ayudado por el entrenador Erick Champion, quien se ha convertido en pieza clave para colocar talento tico en el mercado estadounidense.

Para Mora el recibir la beca fue un gran momento, pero al llegar a su nuevo colegio se dio cuenta rápidamente que el nivel iba a ser totalmente diferente al que estaba acostumbrado en la duela tica.

Sus entrenadores le indicaron que tenía que cambiar de posición, dejar atrás sus días de alero y jugar de distribuidor, además de mejorar aspectos físicos y técnicos.

“Cuando yo llegué acá me dijeron que yo no estaba en el peso ideal, que ocupaba más velocidad y que mi tiro tenía que ser más fluido, entonces durante dos meses y medio no pude entrenar con el equipo de baloncesto, me tenían corriendo y poniéndome en forma. En esos meses perdí entre 12 y 15 kilos y los convertí en músculo y tuve que ajustar mi tiro para que fuera más efectivo”, contó Mora.

El esfuerzo y deseo de mejorar han rendido frutos, como quedó demostrado con la mención que recibió al liderar a su colegio a un título.


La noticia se la dio hace una semana Jarid Lawson, uno de los entrenadores y con quien vive en Arizona, al llegar a su hogar lejos de casa.

“Con lo del premio fue todo como de película. Fue hace ya casi una semana y me recibió mi entrenador con el que vivo dándome un abrazo y todo feliz, honestamente me asustó un poco, pero el solo gritaba ‘¡felicidades Andy’”, recordó Mora.

Nueva vida y futuro abierto.

Llegar a Arizona fue un cambio total en el ritmo de vida de Andy. Saber inglés le ayudó al proceso de adaptación, además de que ya en el equipo había dos ticos más para guiarlo.

Sobre la carga académica que enfrenta dijo que “es bastante pesada, todos los días nos dejan tarea, y tenemos exámenes casi todas las semanas, entonces eso fue otro cambio muy grande en mi vida”

Pensando en el futuro Mora espera seguir jugando baloncesto a nivel universitario, en búsqueda de su sueño de graduarse como fisioterapeuta.

“Mi sueño es quedarme acá jugando baloncesto universitario en la universidad que Dios me elija, ya que yo quiero usar el ‘basket’ como mi medio para poder pagarme los estudios”, concluyó Mora.

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