Baloncesto

Los Timberwolves se reinventan

Deberán hacerle frente a la temporada sin Kevin Love.

1 de octubre de 2014, 3:46 AM

El base español Ricky Rubio volvió a ser el centro de atención en el inicio de la preparación de los nuevos Timberwolves de Minnesota, que esta vez lo hicieron sin el ala-pivote estrella Kevin Love, traspasado a los Cavaliers de Cleveland.

Rubio, de 23 años, que entra en la cuarta temporada con los Timberwolves, no quiere hablar de un nuevo contrato, ni mucho menos de la ausencia de Love, sino de estar centrado en hacer mejor al equipo de lo que ha sido en las últimas 10 temporadas.

"El año pasado Kevin (Love) era la súper estrella", admitió Rubio "Era su equipo. Ahora nos toca a jugadores como Kevin Martin y a mí tener que dar un paso adelante y hacer que seamos mejores como conjunto y estoy convencido que vamos a lograrlo por lo que me siento muy motivado y listo".

Durante sus primeras tres temporadas con los Timberwolves, Rubio no tuvo problemas en ceder el liderazgo a Love cuando era necesario, porque comprendía que su excompañero era lo más importante dentro de la franquicia.

Pero Love no tenía en sus planes seguir con ellos y decidió irse a los Cavaliers, que a cambio les dieron a los Timberwolves a los canadienses, el alero Andrew Wiggins y el ala-pivote Anthony Bennett, además del alero Thaddeus Young, que llegó de los Sixers de Filadelfia.

Wiggins y Bennett, ambos elegidos con el número uno en los dos últimos sorteos universitarios, han transformado de forma inmediata el valor y la proyección de la plantilla de los Timberwolves, que ahora si tendrán a Rubio como el jugador que asuma toda la responsabilidad de dirigir e imponer el ritmo de juego, que era mucho mejor a su estilo dinámico y pleno de atletismo.

"Me gusta correr y me gusta poner la pelota en el aire", valoró Rubio. "Hay jugadores que pueden atraparla. Diría que van a hacer que me vea bien con mis acciones. No he jugado todavía con ellos, pero los he observado en vídeo y pueden saltar muy alto, lo que me permitirá ponerles el balón por encima del aro y veremos si lo atrapan".

Rubio es consciente que su rendimiento se incrementa cuando juega libre y puede correr por todo el campo, sorprende a los rivales con el contraataque, lo que hace que los defensores no tengan tiempo de reaccionar porque además sus pases, sin mirar, son mortales.

La pasada temporada los hombres claves del ataque de los Timberwolves fueron Love y el pívot montenegrino Nikola Pekovic, dos jugadores duros, de poder físico, que hacían su trabajo bajo los aros.

"Para mí, es simplemente extraño", comentó el jugador de El Masnou. "Por supuesto que vamos a echarle de menos. Es uno de los mejores, si no el mejor, ala-pivote de la liga, pero tenemos que seguir adelante. Tuvimos un buen traspaso. Creo que si los chicos jóvenes hacen lo se supone que deben hacer y lo que se espera que hagan, lograremos algo grande".