Por Gabriel Pacheco |13 de febrero de 2024, 17:00 PM

La población del 44% de las especies de animales migratorias monitoreadas por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) enfrenta una disminución significativa.

Los peces son los que más preocupan los a los especialistas: 97% de las especies monitoreadas están al borde de la extinción. Varias especies de tiburón, manta rayas y pez sierra están en peligro crítico, según el informe.

El PNUMA explica que, si bien a nivel global una especie puede tener un estado de conservación favorable, esto podría no reflejarse a nivel local y tener zonas donde la especie animal está gravemente amenazada.

El estudio monitorea 1.200 especies, pero enfatiza en la necesidad de profundizar y analizar con detenimiento a 3.000 más que no están contempladas en la Convención para la Conservación de Animales Migratorios Silvestres y, por ende, no se desarrollan medidas específicas para su cuidado.

La sobreexplotación de recursos resulta devastadora

La investigación explica que la acción del ser humano tiene una gran cuota de responsabilidad en el declive de las poblaciones de estas especies.

La sobreexplotación de los recursos naturales incide directamente en el fenómeno, porque ocasiona la pérdida de los hábitats o los degrada, disminuyendo los espacios en que los animales encuentran los recursos necesarios para vivir.

Las grandes infraestructuras también inciden en los flujos migratorios, así lo explica Ángel Herrera, director de la Escuela de Biología de la Universidad Nacional.

“Los grandes felinos como pumas y jaguares subían y bajaban desde Sudamérica por el istmo centroamericano. En 1910, cuando se construye el Canal de Panamá, se encuentran con un río en medio, que antes no estaba. Ya no pueden cruzar. Ahí empieza el problema”, dijo Herrera.

El especialista considera inminente la necesidad de pensar en ciudades sostenibles para garantizar la convivencia ser humano-naturaleza. 

El calentamiento global toma su parte

El informe explica que el cambio climático también será una amenaza cada vez más importante para las especies migrantes: “El cambio de temperatura puede hacer que las especies migratorias lleguen demasiado temprano, demasiado tarde o no lleguen en absoluto”.

Por ejemplo, en las tortugas, explica el reporte, influye en la determinación del sexo del animal. Si la arena es muy caliente, entonces crece la proporción de hembras frente a los machos; si la especie sufre un sesgo significativo, podría comprometer la supervivencia de la especie largo plazo.

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