¿En manos de quién quedará Estados Unidos?
En una esquina un ególatra misógino… en la otra una narcisista, obsesiva compulsiva… Uno de ellos será el próximo jefe de estado del país más poderoso del mundo.
Las elecciones presidenciales de este año, en Estados Unidos son quizás, unas de las más extrañas y atípicas en la historia.
Momentos insólitos transformaron una campaña de ideas, por una de llena insultos. Y aunque no lo parezca por estos debates, Estados Unidos es un país serio.
Al país más poderoso del mundo, le ha tocado deambular entre la incertidumbre política, en los últimos meses.
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Una situación que quedará resuelta este 8 de noviembre, cuando más de 200 millones de ciudadanos elijan a un nuevo presidente.
Los candidatos, ya conocidos por todos, una celebridad televisa y una ex secretaria de estado.
Donald Trump y Hillary Clinton pertenecen a la misma generación, pero son dos polos opuestos, tanto por su experiencia, su personalidad y también su instinto político.
Sin experiencia política previa y basado en su discurso de ataques, el magnate Donald Trump rompió todas las predicciones.
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Ganó la candidatura dentro del partido republicano y está apenas a un paso de ser el próximo inquilino de la Casa Blanca, si los estadounidenses así lo deciden.
Hillary Clinton no es una candidata popular. Está vinculada con la burocracia política que muchos norteamericanos detestan.
Y tuvo que responder por el uso irresponsable de su correo electrónico privado, para manejar temas del estado.
Pero tiene una larga experiencia como primera dama, senadora y secretaria de estado.
Es una mujer que esconde algo detrás de esa gran sonrisa con la que saluda siempre a sus seguidores.
Incluso agentes del servicio secreto de estados unidos la describieron, en el libro “first family detail”, como un monstruo épicamente abusivo.
El texto menciona, según declaraciones de los agentes, que cuando Hillary Clinton está en público sonríe y actúa con gracia, pero cuando desaparecen las cámaras, su personalidad enojada y su maldad se hacen evidentes.
Según los especialistas, Clinton es narcisista, pero en un grado mucho menor que el de su contrincante.
No hay que ser especialista para notar que, definitivamente, Clinton tiene una inteligencia emocional mejor controlada, que Donald Trump
Eso quedó en evidencia durante la frenética carrera de ambos por llegar a la casa blanca.
Esta campaña en una que nunca se olvidará y no precisamente por la calidad de las propuestas, sino por la cantidad de sorpresas que el mundo se ha llevado.