Por Rodolfo González |3 de septiembre de 2017, 10:57 AM

(Zona desmlitarizada/Corea del Sur) Ir a la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur resultó algo más parecido a un viaje a World Disney que a la zona más militarizada del mundo.

Decenas de tours se realizan al paralelo 38, buses repletos de turistas salen de Seúl en un viaje de una hora hasta llegar a la llamada DMZ (Desmilitarized Zone, por su nombre en inglés).

Un tour cuesta alrededor de 50 dólares por persona, 70 dólares si incluye almuerzo.

Al llegar a primer puesto de control un joven soldado surcoreano se encarga de verificar que los rostros de los inquietos turistas coincidan con su foto de pasaporte, de allí se viaja unos cinco minutos más hasta el punto de observación, en el que los visitantes pueden ver con facilidad la zona donde se supone hay miles de minas antipersonales y un poco más allá se ven algunas casas que están en territorio norcoreano.

Durante todo el tiempo de la visita se escucha música pop en gigantes parlantes ubicados del lado de Corea del Sur.

Los guías turistas explican que la idea es mostrarle a los residentes del país vecino el estilo de vida que se disfruta en el lado sur.

Otro destino obligatorio para los turistas es el llamado tercer túnel, el cual fue descubierto hace unos cuarenta años y que según la versión surcoreana, fue construido para invadir su país de manera sorpresiva pero el plan de Pyongyang fue descubierto antes de que esto ocurriera.

Por supuesto no puede faltar la tienda de recuerditos. Gorras a 16 dólares, llaveros con la forma de una AK-47, tazas para el café, trozos originales de alambradas o muñequitos con la forma de soldados de ambos bandos son parte de lo que se puede conseguir en este sitio que demuestra cómo hasta con la guerra se pueden hacer negocios.