Por Mariela Montero Salazar |22 de junio de 2020, 15:29 PM

En junio del año 2000,  millones de toneladas de tierra cayeron del cerro el Silencio y trajo consigo un aliento mortal a una pequeña comunidad en Miramar de Puntarenas.

Ocho personas murieron sepultadas por el material desprendido.

Se trató de una tragedia anunciada, pues ya en el pasado un par de eventos similares habían advertido acerca del peligro en esa montaña. Uno pasó en 1988, cuando la misma montaña tuvo un desprendimiento que no cobró vidas. El otro se registró en 1993 y allí sí murieron seis personas.

Pese a que la propia naturaleza lo había anunciado, aquel día de junio la cotidianidad fue interrumpida por el mortal deslizamiento.

¿Cuántos sitios vulnerables al golpe de un gran derrumbe existen en nuestro país?

En este reportaje analizamos lo acontecido en aquella comunidad y también valoramos  qué tanto riesgo hay en otros lugares de Costa Rica.