Por Natalia Jiménez Segura |29 de diciembre de 2020, 12:57 PM

Lo que se esperaba fuera un lindo paseo de mejores amigos, terminó en una tragedia.

Roberth Danilo Aguilar Rodríguez de 31 años y Gerardo Álvarez Arrieta de 30 años fueron los dos víctimas del mortal accidente en la Ruta 32, la noche de este lunes. Ellos tenían años de ser amigos muy cercanos.

Fueron aplastados por un árbol cuando transitaban por la vía que comunica San José con Limón a eso de las 8 de la noche.

El carro en que viajaban quedó destruido, mismo vehículo que Roberth había comprado hace tan solo 6 meses, y en el cuál había depositado años de ahorros, trabajo y esfuerzo. Así lo contó a Teletica.com su hermano, Cristian Aguilar Rodríguez.

Roberth vivía en Escazú, era el mayor de tres hermanos y amaba, sobre todas las cosas, a sus papás. Su hermano asegura que era un tío amoroso y una persona trabajadora.

Hasta ayer trabajaba para una empresa de automóviles y hace un mes lo habían ascendido, situación que lo tenía muy feliz.

“Estaba súper feliz. Él estudiaba ingeniería electromecánica y adicional a eso él trabajaba en Purdy Motors, para Toyota propiamente, y estaba súper contento porque hace un mes atrás lo habían ascendido, lo habían ascendido al puesto que él siempre había aspirado. Él decía “Yo sé que los primeros meses voy a ganar lo mismo, pero básicamente ya estoy donde quiero estar””, contó Cristian,  quien envió las fotos que ilustran esta nota.

Laboral y personalmente Roberth Danilo estaba en una de las mejores etapas de su vida.

Según cuenta su hermano menor, incluso estaba dándose una segunda oportunidad con su exnovia de toda la vida. Ya existían hasta planes para casarse.


“Tuvo una novia toda su vida, ellos en algún momento tenían planes de casarse y demás. Ellos en algún momento se separaron, tomaron la decisión de tomar rumbos distintos. Ya estaban como regresando nuevamente, tenían planes de boda, tener hijos y todo lo demás y sucedió lo que sucedió”, relata el familiar.

Último paseo

Roberth, Gerardo, la esposa de Gerardo y su hijo venían de pasear en una finca que tienen los papás de la víctima en Siquirres. Ellos decidieron venirse en la tarde por las condiciones del tiempo, pero se toparon una larga presa en la Ruta 32.

Él conversó con sus papás unos minutos antes de que ocurriera el suceso, eso fue lo último que supieron de él.

“Estuvo con mis papás el sábado y domingo, mis papás se vinieron el domingo, pero él decidió quedarse hasta el lunes. Él andaba con su mejor amigo, Gerardo, quien también falleció y la esposa de Gerardo y el bebito de ellos que tenía 2 añitos

Mi hermano llegó a Siquirres el domingo, pero ya mis papás se regresaban entonces él quería aprovechar un día más, el asunto es que el clima estaba tan complicado allá que él lo que decidió fue venirse un poquitito más tarde, después de las 2, 3 de la tarde para ver si mejoraba un poco el tiempo, pero él conversó con mi mamá a eso de las 6 de la tarde diciéndole que iba a llegar bastante tarde porque había mucha presa en todo ese sector”, cuenta Cristian.

Ambas víctimas eran muy amigos, compartieron gran cantidad de paseos, sin saber que este sería el último.

“Tenían una amistad tan bonita que prácticamente si Gerardo no estaba en la casa de Roberth, Roberth pasaba en la casa de Gerardo y en eso andaban. Los paseos los compartían, era una unión muy bonita”.

Minutos de angustia

La familia Aguilar Rodríguez vivió momentos de angustia luego de que Roberth dejara de contestarles el teléfono. Cristian, sin saber nada aún, asegura que se enteró de la noticia por medio de Teletica.com, sin embargo, tras investigar más, se dio cuenta que el carro aplastado efectivamente era el de su hermano.

“Yo vi que había un accidente en la Ruta 32 y ahí como que se me encendieron las alarmas de una forma increíble. Me metí a leer la noticia, veo que se habla de un vehículo 4x4, se habla de que hay cuatro pacientes, dos de ellos fallecidos, dos heridos que eran una mujer y un niño, automáticamente yo dije “Es él, tiene que ser él”. Posteriormente mi mamá me llamó a ver si yo había conversado con Roberth porque desde hace rato no contestaba. El detonante fue cuando me enviaron una fotografía del vehículo y era el de él propiamente”, relata Aguilar.

Testigos contaron a la familia que el carro en el que ellos viajaban iba a una velocidad de unos 60 kilómetros por hora, tenían carros adelante y atrás, pero no les dio tiempo de nada.

“Él árbol los impactó de inmediato, hizo que frenaran en seco”, dijo Cristian.

La familia de Roberth se organizó y este martes en horas de la tarde iniciarán sus obras fúnebres, mañana será su funeral a las 10:00 a. m.

La mujer y el bebé de 2 años que resultaron heridos tras el accidente, ya están fuera de peligro.