Por AFP Agencia |9 de noviembre de 2020, 9:27 AM

Alemania, país que Donald Trump convirtió en chivo expiatorio de sus divergencias económicas y de defensa con Europa, quiere pasar rápidamente página a ese período y centrarse en cooperar con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.

La canciller alemana Angela Merkel no hizo este lunes la menor alusión, en una solemne declaración sobre la presidencial en Estados Unidos, al presidente republicano saliente.

Merkel, que coincidirá con su cuarto presidente estadounidense desde su llegada al poder en 2005, prefirió saludar la elección del candidato demócrata, "un hombre de experiencia" que "conoce bien Alemania y Europa".

Agregó que su país está dispuesto a enfrentar "codo a codo" con Estados Unidos y el presidente electo Joe Biden los "problemas mundiales", como el cambio climático y la pandemia de coronavirus.

Merkel, primera mujer en tomar las riendas de Alemania, también celebró que la vicepresidencia sea ocupada por Kamala Harris, hija de un padre jamaicano y de una madre india, una "fuente de inspiración para muchos, un ejemplo de las posibilidades de Estados Unidos".

Alivio

Para Merkel, que deja el poder en 2021, igual que para el conjunto de la clase política alemana --salvo el partido de extrema derecha AfD-- se cierra con alivio la página de Trump.

Nunca hubo simpatía entre la excientífica de la RDA y el millonario de Nueva York, que no dudaba en criticar su "insensata" decisión de acoger a migrantes en 2015.

Hace poco Trump acusó a China, Irán y Alemania de querer "deshacerse" de él. Y en cuatro años de mandato, jamás visitó la primera potencia económica europea, pese a ser un sólido aliado de Estados Unidos desde 1945.

No obstante sus lejanos orígenes alemanes, Trump había convertido desde 2016 a Alemania en uno de sus chivos expiatorios, acusando al país de vender demasiados coches en Estados Unidos, o de no participar lo suficiente en los gastos militares.

En julio, Trump decidió, sin concertación, la retirada de Alemania de 12.000 soldados estadounidenses, aún a riesgo de poner en dificultades financieras a ciudades como Stuttgart, donde se hallan las estructuras de mando para Europa y África.

"Estamos hartos de ser los tontos: reducimos nuestras fuerzas porque ellos no pagan" sentenció Trump.

"En términos de estilo y de contenido, Biden será un presidente diferente, mucho más europeo" comenta la cadena pública ARD, aludiendo a la voluntad del presidente electo de volver al Acuerdo de París sobre el clima, o buscar vías diplomáticas sobre el acuerdo nuclear iraní, abandonado unilateralmente por Trump.

"El tono va a ser más equilibrado y de mayor cooperación" asegura en Der Spiegel Ben Hodges, excomandante en jefe de las tropas de Estados Unidas estacionadas en Europa.

Divergencias

Pese a todo, habrá divergencias, como el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 que llevan a cabo Alemania y Rusia, y que le valió en 2018 a Merkel la acusación de Trump de ser "prisionera de Rusia".

Pero el Partido demócrata de Estados Unidos también se opone al proyecto Nord Stream 2, que puede hacerle competencia en Europa al gas natural estadounidense.

Frente a la crisis económica provocada por el coronavirus, "Joe Biden seguirá la política de +America first+ de Donald Trump", aunque lo hará "de forma más hábil y menos radical" opina el economista alemán Marcel Fratzscher.

Igual que bajo las presidencias de Barack Obama y Donald Trump, "Europa no será tan central como antes para Estados Unidos", ahora volcado hacia Asia o África, advierte el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.