Autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) investigan un posible brote de COVID-19 en el Hospital Raúl Blanco Cervantes.

La oficina de prensa de esa institución asegura que el proceso está en curso y que apenas tengan un resultado lo estarán comunicando.

Sin embargo, el Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (SINAE) recibió el reporte de siete pacientes y 10 funcionarios que dieron positivo en la prueba diagnóstica. Además, revelaron que hay 18 trabajadores aislados y dos salones del centro médico en la misma condición.

Ante este panorama, exigen una intervención inmediata del establecimiento de salud especializado en adultos mayores, precisamente una población de alto riesgo. 

"Algunos compañeros denuncian que sólo les entregan el respirador KN95 si atienden a pacientes confirmados de COVID-19, lo cual deja en indefensión al personal y pone en riesgo a los mismos pacientes e incrementa el contagio, porque cualquier paciente debe ser atendido como sospechoso de COVID-19", aseguró Lenin Hernández, secretario general de SINAE AFINES.

Por ahora, se espera una confirmación por parte de las autoridades, así como la comunicación oficial de las medidas que se tomarán en el Hospital Geriátrico.