Por Luanna Orjuela Murcia |18 de julio de 2020, 10:45 AM

El hospital San Juan de Dios informó de 61 funcionarios infectados de COVID-19 y 333 trabajadores que están en aislamiento domiciliar al tener contacto directo con los positivos.

La directora general, doctora Ilena Balmaceda Arias, indicó que para asegurar la prestación de los servicios se recurrió a incremento de horas extras, contratación de personal, suspensión de vacaciones y reorganización de funciones.

Balmaceda explicó que los contagios fueron generados por nueve pacientes que ingresaron por otra patología, por ejemplo, un señor que ingresó por una apendicitis y una paciente por leucemia aguda. Durante la atención, su evolución hizo pensar en hacerles la prueba COVID-19 que resultó positiva.

La directora general detalló que son varios los servicios afectados, entre ellos Medicina, Hematología y Sala de Operaciones en donde se detectaron 12 funcionarios positivos y 12 contacto.

En este momento solo se están realizando cirugías de emergencia, y oncológicas de emergencia. Y están trabajando sólo con cinco quirófanos.

Sindicato urge medidas extremas

El Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (SINAE AFINES) planteó la necesidad de tomar medidas extremas, tanto en lo se refiere a la entrega de Equipo de Protección Personal (EPP) a todos los empleados, como también, en contar con un plan para cubrir las suplencias de las plazas que se pierden por los incapacitados.

"El plan de suplencias, no sólo debe contemplar el COVID-19, como prioridad, sino también, el resto de patologías que la población presenta diariamente, y que requiere de atención hospitalaria, porque de lo contrario, el personal se verá expuesto a jornadas extenuantes", expresó el sindicato en un comunicado.

La organización sindical envió una nota al Ministerio de Salud, este viernes, para que se ajuste las instrucciones dadas al personal cuyos lineamientos datan del 16 de abril pasado, cuando las condiciones de la pandemia son totalmente otras a las que se viven en la actualidad.

Además, el sindicato denunció que con el retiro de las 700 mil mascarillas de los centros de salud por llevar la rotulación No medical los más afectados es el personal de seguridad y quienes no tienen contacto con los pacientes COVID-19 porque se les restringen los equipos para su protección por ser catalogados de bajo riesgo.