Por Juan José Herrera |8 de julio de 2020, 13:06 PM

Los ministerios de Educación Pública y Salud anunciaron, este miércoles, la decisión de postergar para setiembre el regreso a las clases presenciales en el país.

El incremento sostenido en los casos de COVID-19 en Costa Rica ha hecho imposible que las autoridades sigan las estrategias planteadas para la vuelta a las aulas, que estaba dispuesta para después del periodo de vacaciones de medio año (julio).

Ese regreso, de darse, sería además paulatino y controlado y respetará la voluntad de padres y representantes sobre el deseo o no de que sus hijos asistan a las aulas.

"Mientras persista la condición sanitaria de emergencia nacional, el MEP considerará el parecer de la familia respecto de si envía o no a sus hijos e hijas a clases; y si por razones de seguridad para la salud y vida de las personas menores, deciden no enviarlos a clases, pueden optar por no hacerlo, pero siempre y cuando garanticen que facilitarán los medios para dar continuidad al seguimiento pedagógico a distancia que presta el personal docente del MEP”, dijo la ministra Giselle Cruz.

Gracias a la herramienta tecnológica, denominada Sistema de Información General de Centros Educativos, hoy se conoce el nombre y número de cédula de la totalidad de los 1.067.091 estudiantes matriculados y se ha podido crear igual número de correos electrónicos, medios por los cuales han sido contactados por sus docentes.

"Hoy tenemos las herramientas para afirmar que al 7 de julio contamos con 595.771 usuarios activos en la plataforma Microsoft Teams, y cuentas de correo funcionando para 69.007 docentes, 500.987 estudiantes", dijo el ministerio.

“Reconocemos que la brecha existe, pero hoy tenemos información concreta que nos permite identificar a las personas estudiantes que están recibiendo el servicio educativo, y de qué manera; así como conocemos cuántos y cuáles docentes están llevando a cabo la estrategia de Aprendo en casa”, añadió Cruz.

Cruz aseguró que tanto el ministerio como el Gobierno tienen la obligación de continuar adelante con el curso lectivo, aunque sea de manera virtual, por lo que declararlo desierto de momento no está en discusión y no será así mientras las condiciones sociales y de salud permitan que este continúe.