Por Natalia Jiménez Segura |2 de julio de 2020, 10:21 AM

La familia de la paciente fallecida ayer por COVID-19 denunció una supuesta negligencia por parte del Hospital de Alajuela y el Ministerio de Salud.

Ligia Soto, nieta de la víctima, contó en una entrevista con Teletica.com que la adulta mayor empezó con síntomas como dolor abdominal, de cabeza, tos y debilidad desde hace algunos días; por esta razón decidieron pagar a un médico privado para que llegara a la casa y la revisara, evitando exponerla.

El doctor les indicó que era un cuadro viral; sin embargo, la señora siguió mal.

Ligia llevó a su abuelita al Hospital de Alajuela el lunes, debido al insistente dolor abdominal, debilidad y un sangrado vaginal que le preocupaba.

Por protocolos del centro médico, la paciente fue valorada en el área de COVID-19; pero, según indica la nieta que estuvo con ella en ese momento, fue atendida mediante una videollamada con un doctor que no la tocó ni la revisó, a pesar de que la adulta mayor venía con síntomas que no eran necesariamente los que se conocen del nuevo coronavirus. 

“Le digo que me preocupa el sangrado y me dice que eso es irrelevante, que hay que esperar 48 horas el resultado de la prueba. Que si no quiero, que firme para que no se la haga. Le indico que no me molesta que se la haga, pero que necesito que la examinen, que le palpen el estómago a ver por qué está sangrado, pero sin respuesta alguna nos hicieron esperar desde las dos de la tarde hasta las seis para hacerle la prueba y nos mandaron sin siquiera una pastilla de acetaminofén para el dolor”, indicó Soto.

La nieta asegura que regresaron a la casa, la paciente vomitó a eso de las tres de la mañana y su condición empeoró. 

Según la familia, llamaron a los centros de salud para que les ayudaran, ya que no iba a sobrevivir porque era diabética e hipertensa, pero no hubo respuesta positiva.

Incluso, pidieron colaboración del 9-1-1; sin embargo, indicaron que la ambulancia estaba lejos del lugar y que debían esperar.

La mujer falleció minutos antes de las doce mediodía en su casa, ahogada, según creen los familiares. Inmediatamente, intentaron comunicarse con las autoridades, pero no les daban respuesta clara sobre el procedimiento a seguir.

“Nos enteramos por medio de Facebook”

Indignada, la familia asegura que se enteró de que la mujer era positiva por medio de la prensa.

“Al rato, como a las dos horas de que la abuela fallece, me dice una prima, “oiga otro fallecido por COVID-19, esas son las características de abuela”, abuela estaba positiva y nosotros sin nada aquí”, indica Soto.

Ligia comenta que desde el día anterior, cuando le tomaron la muestra, estaban tomando las medidas dentro de la casa, pero para ese momento ya muchos habían estado en contacto con ella.

“Empezamos a llamar, nos decían que el levantamiento del cuerpo tenía que ver con la policía, pero dijeron que el OIJ, que el OIJ decía que no, que el Ministerio, el Ministerio decía que no, que hasta que no pasaran un reporte no. Nos dieron las cuatro de la tarde para que nos resolvieran”, añade la familiar.

“En el Hospital de Alajuela nos dijeron que no tenían el resultado, donde me imagino que ya debían haberlo tenido puesto que ya habían dado la noticia (…). ¿Cómo me voy a enterar que es positiva por medio de Facebook?, ¿para que me pidieron los números de teléfono el día que yo fui?”, indica Ligia molesta.

El Ministerio de Salud se comunicó con la familia a eso de las 5:30 de la tarde, indicando que ese proceso correspondía al Hospital de Alajuela. 

Posteriormente, a eso de las 7:00 p. m. las autoridades llegaron a la vivienda, donde metieron el cuerpo en una bolsa y lo dejaron cerrado dentro del cuarto y se retiraron, a la espera de la funeraria.

“Yo entiendo que es mucho el trabajo que están haciendo y agradezco muchas cosas que han hecho, pero no es justo que vayan a morir más personas, no por COVID, sino por negligencia en el hospital. Porque a un doctor le da miedo atender a una persona que está llegando con un malestar y no quiere tocarlo”.

Autopsia

La familia de la adulta mayor solicitó una autopsia debido a los otros síntomas que presentaba la mujer. Se las negaron debido a la positividad por COVID-19 , alegando que esa era la causa.

“No sé si la causa realmente fue por el virus, me imagino que sí porque era una persona de algo riesgo, pero si yo la llevé el día anterior y les dije, yo creo que ellos al menos debieron habérmela dejado internada, era una persona de mucho riesgo. Era obesa, hipertensa y diabética”, comentó la nieta.

“Si ella no murió por COVID y fue por una negligencia de que no me la quisieron dejar internada ese día, va a seguir pasando esto. Va a seguir muriendo la gente mayor o la gente de alto riesgo nada más porque no quieren internarlos”, añade indignada.

Cuarentena familiar

Desde el fallecimiento de la mujer, los familiares que se mantenían en la casa tuvieron que ser aislados. Unas 14 personas aproximadamente, algunas diabéticas, hipertensas, niños y adultos.

Aseguran que no les han realizado las pruebas y que no tienen a nadie afuera para que les lleva comida.

“No tenemos un solo familiar que no esté posible contagiado que nos pueda siquiera arrimar una caja de leche al portón porque toda la familia está en cuarentena”, comentó Ligia Soto.

“En memoria de abuelita, le pido a las personas que lleguen al hospital que no se vengan con ellos, que se queden ahí, aunque los quieran echar, que llamen a la Policía o a la prensa”, concluyó la nieta.