Por Juan José Herrera |1 de julio de 2020, 16:57 PM

La Defensora de los Habitantes, Catalina Crespo, habría dirigido a título personal la investigación que esa institución realizó en el caso de la polémica Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD).

Así lo defiende la directora del Instituto de Educación en Derechos Humanos de esa entidad, Janet Carrillo, la integrante más antigua del Consejo que tutela a la Defensoría.

Según Carrillo, el equipo técnico de la Defensoría de los Habitantes le advirtió a Crespo desde el primer momento que la investigación debía apegarse estrictamente al macroproceso institucional, en el entendido de que el caso podía llegar a la vía penal y que, por lo tanto, la Defensoría debía ser lo más rigurosa posible en sus resultados.

Crespo, sin embargo, desoyó esa advertencia y también una posterior, donde el mismo equipo de investigación aseguró que estaba dirigiendo el proceso sin la rigurosidad técnica y profesional que se requería.

Según la directora, esas advertencias eran desconocidas para el Consejo Director, que se enteró hasta el pasado viernes cuando el propio equipo les presentó un resumen del caso.

“El equipo técnico advirtió desde el primer momento de las inconsistencias que estaba teniendo el proceso y lo hizo por escrito, pero de eso nos dimos cuenta hasta ahora.

“¿Qué está pasando ahora? Que en vez de que los resultados de la investigación sean el centro de la discusión, el centro ha sido el actuar de la Defensoría de los Habitantes. Los pronunciamientos de la Defensoría no son vinculantes, descansan sobre la credibilidad de la institución y normalmente hemos tenido un alto nivel de cumplimiento porque nuestros pronunciamientos se basan en la legalidad, pero cuando se pierde la credibilidad perdemos toda la fuerza”, lamentó.

Carrillo explicó que en ese informe se dio a conocer que, luego de que Crespo le enviara al presidente Carlos Alvarado una comunicación pidiéndole que se refiriera a la derogación del polémico decreto de la UPAD, el equipo aconsejó a la Defensora esperar la respuesta y analizarla antes de siquiera valorar reunirse con el mandatario.

“Ellos le sugirieron que no fuera a ninguna reunión, que esperara la respuesta del Presidente y esta fuera analizada por el fondo y luego identificar si valía o no la pena esa reunión y qué otra información hacía falta y bueno, ya sabemos qué trajo esa decisión en los resultados”, aseguró en relación con la pérdida de 80 minutos del audio que dejó ese encuentro.

La directora también cuestionó que no es una costumbre de la Defensoría grabar las reuniones porque no son un cuerpo periodístico y que incluso el equipo técnico cuestionó la forma de las preguntas que se le plantearon a Alvarado por considerar que tenían una connotación más periodística que técnico-jurídica, sin embargo, esa posición tampoco fue escuchada.

Carillo va más allá y asegura que de los ocho borradores que conforman el informe presentado al Ministerio Público y los diputados, solo el primero lleva la firma del equipo de investigación y los restantes siete reúnen modificaciones realizadas solo por el despacho de Crespo, sin consulta ni aprobación del equipo o el Consejo.

“Nosotros tenemos un sistema interno y, cuando la señora Defensora decidió hacer una investigación de oficio, fue asignada al área de gobernanza, pero dos días fue sacado electrónicamente al área de admisibilidad. Eso preocupa porque eso no está establecido, no es usual”, cuestionó.

-¿Usted diría que doña Catalina dirigió esa investigación a título personal?

Sí, totalmente. Ella fue generando los cambios en el camino, generando las decisiones que ella consideró a pesar de las consideraciones técnicas que el equipo le advirtió, como por ejemplo que diera declaraciones a la prensa dos días después, cuando el equipo le pidió tiempo para encausar sus hallazgos y presentarlos, algo que tampoco hizo y que luego lo que nos pidió es que si alguien de la prensa nos contactaba encausáramos toda la comunicación a su despacho.

Fuera

Carrillo, quien está a punto de pensionarse tras 20 años en la Defensoría de los Habitantes, insistió en que respaldan absolutamente la investigación que siguió la institución en el caso y que incluso fue el propio Consejo Director el que así la solicitó, pero que el producto final fue una relación de hechos construida por la propia Defensora.

Asegura que la molestia se concentra en el manejo que ha hecho Crespo de ese tema; pero también de su gestión en general, poniendo a la Defensoría en el centro de la polémica y socavando su credibilidad ante la opinión pública y los supremos poderes de la República.

“Este es un problema de gestión, ningún jerarca está obligado a aceptar ciegamente un criterio técnico, puede separarse siempre pero tiene que justificarlo, tiene que fundamentar por qué. No se vale que haga las cosas a título personal y la que sufra es la institución, aquí estamos hablando de una responsabilidad personal, no institucional”, aseguró.

La directora defendió la solicitud que el Consejo le hizo a Crespo el viernes anterior de separarse del cargo para no “dañar más a la Defensoría”.

“No es un asunto personal, tengo excelentes relaciones personales con doña Catalina, jamás he tenido un problema con ella, es más, me atrevo a decir que es una persona agradable, de buen trato, pero aquí hay un tema de gestión, de manejo del tema, del conocimiento de la institucionalidad.

“Ella dice que vino a contribuir con esta institución, que ella vino a servir y no lo dudo, pero tiene que tener la madurez, el aplomo y la sensatez para decir me aparto porque mi presencia debilita la institución en momentos tan difíciles como los actuales”, sentenció.

Teletica.com solicitó una reacción a Catalina Crespo. La oficina de prensa de la Defensoría de los Habitantes aseguró que no se iba a referir al tema y tampoco brindará entrevistas por el momento.