Por AFP Agencia |27 de junio de 2020, 15:14 PM

Finlandia, Suecia y Noruega registraron en los últimos días bajos niveles de radioactividad de origen humano, inofensivos para el hombre, y que según un instituto holandés hallaría su fuente en Rusia.

La Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCE), cuyas estaciones permiten medir los aumentos de radioactividad de origen civil, publicó un mapa en Twitter que marca la zona de origen probable de la fuente.

El sector cubre una tercera parte del sur de Suecia, la mitad sur de Finlandia, Estonia, Letonia, así como una amplia zona que rodea la frontera noroeste de Rusia, inclusive San Petersburgo.​

Estos isótopos (cesium 137, cesium 134 y rutenium 103, principalmente) "son muy probablemente de origen civil. Podemos indicar la región probable de la fuente, pero el TPCE no tiene el mandato para determinar el origen exacto", señaló en Twitter Lassina Zerbo, secretaria general de la organización con sede en Viena.

El productor ruso de electricidad nuclear Rosenergoatom desmintió cualquier incidente en las dos centrales que explota en esa región.

"Ninguna anomalía fue registrada en las centrales nucleares Leningradskaia y Kolskaia", declaró un portavoz a las agencias rusas. 

Las emisiones "no superaron los valores de control para el período indicado" y "no hubo ningún incidente relacionado con emisiones" mayores a los niveles establecidos, añadió.

Según cálculos del Instituto holandés de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM), "los radionucleidos provienen de la dirección de Rusia occidental" aunque las mediciones no permiten identificar la localización exacta.

Les nucleidos registrados son artificiales y por lo tanto de origen humano y su composición "puede indicar daños a un elemento combustible en una central nuclear", subrayó la autoridad holandesa en comunicado.

Además de Rusia, Finlandia y Suecia explotan reactores nucleares en el sector, pero no se ha señalado ningún incidente.

Los países bálticos no tienen reactores en actividad, pese a lo cual se han registrado problemas de radioactividad en las centrales eléctricas convencionales de Letonia, que utilizaban como combustible madera de zonas bielorrusas que fueron contaminadas por la catástrofe nuclear de Chernóbil.

Pero según la oenegé antinuclear francesa Criirad, especializada en el control de la radiactividad, la detección de isótopos radioactivos de muy corta vida llevan a descartar esta pista.

"La detección en Helsinki de elementos radiactivos de corta duración como cesio 134 (período de 2 años) y especialmente rutenio 103 (período de 39 días), permite excluir que se trate de la combustión de biomasa contaminada por Chernóbyl en 1986", explicó a la AFP Bruno Chareyron, ingeniero de física nuclear y director del laboratorio Criirad en Valence.