Por Luis Jiménez |3 de junio de 2020, 17:48 PM

La Conferencia Episcopal de Costa Rica reveló, este miércoles, los protocolos a seguir para la apertura gradual de los templos católicos en el país.

Instan a toda la población religiosa a seguir fielmente las indicaciones emitidas por el Ministerio de Salud con el  fin de asegurar el bien común.  

“En medio de esta situación extraordinaria hemos mantenido un diálogo cercano y transparente y la mayor disposición de colaboración con las autoridades del Ministerio de Salud de Costa Rica. En atención a la responsabilidad que tenemos todos en medio de esta crisis, nos preparamos para la reapertura de nuestras iglesias y lugares de culto, en un proceso ordenado y progresivo”, señaló mediante un comunicado de prensa la Conferencia Episcopal.

Durante el primer mes de reapertura gradual (a partir del 20 de junio), se abrirán solamente los templos parroquiales y los templos filiales más grandes de cada parroquia.

Se permitirá la asistencia de máximo 75 personas, inicialmente, guardando la distancia establecida de 1.80 metros. Será responsabilidad de cada parroquia fiscalizar que se cumpla esa disposición durante las Eucaristías.

No permitirán más de dos personas por banca (según el tamaño de la banca, una persona por banca), a no ser que se trate de una burbuja social y se deberán espaciar las bancas una de por medio.

También se debe de garantizar la rotulación en espacios visibles con los protocolos de tos, estornudo, lavado de manos, otras formas de saludar y no tocarse la cara.

Los servicios sanitarios deben contar con papel higiénico, jabón antibacterial, alcohol o solución en gel con una composición de al menos 60%, toallas de papel para el secado de manos y agua potable.

Se prohíbe las filas para comulgar: los sacerdotes se acercarán a los extremos de cada banca para dar la comunión con el apoyo de no más de dos Ministros de la Comunión.

El saludo de paz tradicional se omitirá, así como todo contacto físico; sin embargo, se puede saludar de largo con la mano.

Después de la proclamación de cada lectura se debe desinfectar la zona (el ambón y el micrófono a utilizar).

El canto será entonado únicamente por quien o quienes lo animan y se pide a los fieles no unirse a los cantos.

Los templos solamente se abrirán para la Eucaristía con una puerta de entrada y otra de salida.

Servicio de velación

Se puede ofrecer servicio de velación para el fallecido en las capillas que para tal efecto poseen algunas parroquias. En el caso de los fallecidos a causa del COVID-19, está será con el ataúd sellado, conteniendo el cadáver introducido en doble bolsa hermética con las precauciones detalladas anteriormente.

A la vela deben asistir pocas personas, evitando aglomeraciones y guardando el distanciamiento social en la sala y áreas comunes, siempre respetando las demás medidas de prevención establecidas en los protocolos del Ministerio de Salud

La celebración de exequias se continuará realizando solamente con pocas personas, observando las normas sanitarias establecidas. Sin embargo:

En el caso de un difunto a causa del COVID-19, el cadáver -contenido en la bolsa de embalaje hermética y previa desinfección exterior de la misma- puede introducirse en un féretro normal, y debe ser sellado con clavos por parte del personal de las funerarias en el sitio de entrega, y el mismo será el utilizado para la inhumación, es decir no se podrá́ cambiar el ataúd utilizado.

No podrá abrirse el ataúd, y deberá procederse a la inhumación en un lapso NO mayor a las 24 horas desde el momento del fallecimiento.

El destino final puede ser entierro o incineración, en las condiciones habituales.

La última Eucaristía será a las 7:00 p.m. durante cualquier día de la semana, no excediendo más de dos celebraciones de lunes a sábado.

Los domingos, dependiendo del número de sacerdotes por parroquia, se podrían multiplicar las celebraciones, no excediendo más de tres por sacerdote. Tampoco excederse en el tiempo para cada Eucaristía.

La colecta se realizará después de la sagrada comunión, pasando no más de dos personas en cada extremo de la banca para realizarla.

Para la correcta desinfección y limpieza, después de cada Eucaristía, debe guardarse un espacio de tiempo suficiente entre una y otra celebración.

Se dispensa del precepto dominical a los adultos mayores y personas con algún factor de riesgo; quienes podrán seguir las transmisiones de la Santa Eucaristía a través de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Por su propia seguridad, les pedimos no participar de la Santa Eucaristía, pues deben cuidar su propia vida y pronto se establecerán algunos lineamientos para llevarles la Eucaristía, al menos una vez cada dos semanas.

A los padres de familia les pedimos no llevar a la celebración de la Santa Eucaristía a niños y niñas menores de 12 años, de igual modo, buscando la protección de ellos y pensando también en la necesidad de evitar aglomeraciones.

A los fieles con síntomas de gripe o alguna enfermedad crónica de riesgo ante el COVID-19, se les exhortará a no asistir a la celebración de la Eucaristía.

No se permitirá el encuentro grupal entre los asistentes, antes o después de la celebración eucarística. Terminada la celebración, el templo será cerrado.

Los sacramentos del bautismo y del matrimonio podrán celebrarse de manera espaciada y con el mínimo de personas.

El sacramento de la confesión queda reservado solamente para casos de extrema gravedad o verdadera necesidad, y se deberán tomar todas las medidas de conformidad con los protocolos que exijan las autoridades médicas y sanitarias.

El sacramento de la unción de los enfermos -en caso de verdadera necesidad- se podrá administrar cumpliendo todas las medidas de cuidado sanitario. Si se tratara de un fiel enfermo con COVID-19, se extremarán los cuidados para el ministro sagrado, de conformidad con los protocolos que exijan las autoridades médicas y sanitarias.

En cada parroquia ha de existir el personal de apoyo necesario, de manera que se garantice el fiel cumplimiento de las acciones contenidas en este protocolo.

A partir del 11 de julio y según lo disponga el Ministerio de Salud, le templos podrán aumentar su capacidad máxima a 100 personas.