Por AFP Agencia |31 de mayo de 2020, 9:24 AM

La célebre Explanada de las Mezquitas en Jerusalén reabrió sus puertas este domingo, en un nuevo ejemplo del lento regreso a la normalidad en el mundo, algo muy lejano para América Latina, el actual epicentro de la pandemia, que superó los 50.000 muertos por coronavirus, casi 29.000 de ellos en Brasil.

Más de seis millones de personas han sido infectadas y 369.086 han muerto en el mundo por la Covid-19, que provoca profundas divisiones en la comunidad internacional sobre el modo de enfrentar la pandemia.

Así lo demostró la decisión de Estados Unidos de romper con la Organización Mundial de la Salud (OMS) acusándola de ser demasiado indulgente con China, donde se originó la pandemia en diciembre.

Se avecinan semanas muy duras para toda América Latina, donde los contagios se acercan al millón. Brasil, con 28.834 fallecidos, se ha convertido en el cuarto país con más muertos por el nuevo coronavirus, por detrás de Estados Unidos (103.472), Gran Bretaña (38.161) e Italia (33.229).

El gigante sudamericano, donde viven 210 millones de personas, tiene además la segunda cifra de contagios confirmados más alta del mundo: 498.444 infectados.

La situación en Brasil es aún más complicada por la decisión del presidente Jair Bolsonaro de oponerse a las medidas de confinamiento que han decretado varios gobernadores y alcaldes, siguiendo las recomendaciones de la OMS y de la comunidad científica internacional.

Bolsonaro se ha manifestado incluso por el regreso del fútbol profesional en Brasil, interrumpido desde marzo.

Pero Brasil no es el único foco en América Latina. La pandemia avanza con fuerza también en México, con 9.779 decesos para una población de 120 millones, y Perú, con 4.371 muertos para 33 millones de habitantes y que el sábado sobrepasó los 150.000 casos.

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Además, las medidas de confinamiento han generado malestar ciudadano en países como  Argentina, donde crecen las presione al gobierno para que vuelvan a poner en marcha sectores económicos vitales para amortiguar una crisis histórica.

Casi un millar de personas protestaron el sábado en Buenos Aires contra la cuarentena obligatoria que rige desde el 20 de marzo.

"Basta de cuarentena, libertad de trabajo", se leía en uno de los carteles que portaban los manifestantes en torno al Obelisco porteño, adonde también acudieron personal médico y sanitario en caravana de automóviles para pedir más medidas de protección y mayores salarios.

Argentina, con 44 millones de habitantes, reportó el sábado un récord de contagios en un día (795), y sumaba este domingo 16.201 casos, entre ellos 530 muertos y 5.336 recuperados.

En El Salvador, la Asamblea Legislativa aprobó el sábado una ley de emergencia para afrontar la covid-19 y fijar la reapertura de la economía para el 8 de junio, aunque el presidente Nayib Bukele adelantó que no la promulgará.

Los gobiernos centroamericanos, en tanto, acordaron desbloquear las fronteras y terminar la crisis desatada por las restricciones impuestas por Costa Rica al transporte de carga para contener el virus.

Por último, el gobierno ecuatoriano anunció el sábado que las islas Galápagos reabrirán sus puertas al turismo desde el 1 de julio.