Por Luis Jiménez |25 de mayo de 2020, 17:38 PM

Desde finales de abril y principios de mayo, el Banco de Costa Rica (BCR) ha recibido mensajes de un grupo de hackers, identificado por las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como ciberdelincuentes y ciberterroristas, que vela por sus intereses propios.

El último archivo revelado por este grupo trascendió el jueves anterior y el BCR comprobó que sí tienen información de los clientes.

“Ahora sí tienen información de nuestros clientes, el último y tercer archivo que se divulgó tiene información vieja, información de tarjetas de banda magnética y ahora lo que usamos son tarjetas con banda magnética y chip”, indicó Manfred Sáenz, director jurídico del BCR.

La información a la que tuvieron acceso los hackers, al ser antigua, no compromete a los clientes bancarios y solo sirve para extorsionar al BCR. Eso sí, al gerente General del BCR, Douglas Soto, le preocupan mucho los autoproclamados sitios de Internet donde los clientes pueden verificar si los datos de su tarjeta de crédito o débito fueron robados porque, según dice, estas páginas no son oficiales ni autorizadas y puede ser que a partir de ahí obtengan información de los clientes.

“El BCR no autoriza a ninguno de estos sitios para verificar su información. Le recomendamos al público en general no ingresar a estas plataformas digitales y si lo hizo debe de cambiar la tarjeta de inmediato”, señala Soto.

Los cibercriminales se conectan desde cualquier parte del mundo y se caracterizan por secuestrar entidades: utilizan un malware que se introduce en los sistemas de la víctima (en este caso el BCR) para luego secuestrar los servidores.

La entidad bancaria insta a los costarricenses a no descargar el archivo que tiene esa información del cliente porque es inseguro y hay un riesgo mayor que le podría traer más sorpresas.

Según las autoridades, es la primera vez que sucede un "ataque" de este tipo. El BCR llama a la calma y asegura que está en un proceso constante de seguridad y asesoramiento internacional para evitar mayores problemas.

Al día de hoy, la entidad financiera no tiene evidencia de un cambio masivo de tarjetas por parte de los clientes, pero les informa que, si desean, pueden hacerlo sin ningún costo monetario.