Por Juan José Herrera |17 de mayo de 2020, 9:00 AM

La ministra de Planificación, Pilar Garrido, defendió las medidas de reactivación económica presentadas por el Gobierno en medio de la pandemia del COVID-19, a las que calificó de robustas y suficientes.

Sin embargo, reconoció que su éxito está sujeto al avance que tenga el virus en el país y la responsabilidad con la que la ciudadanía asuma el proceso de reapertura que inicia este lunes por parte de las autoridades.

Más allá de la pandemia, ¿por qué ha sido tan difícil para esta administración el tema de la reactivación?

En primer lugar porque se optó por una decisión responsable que era primero consolidar las finanzas públicas. Había incertidumbre de si la reforma fiscal iba a pasar o no y peligro de que el Estado cayera en default (impago de deuda) y eso restringía las decisiones que tomaban los inversionistas en nuestro país y las posibilidades de ampliar negocios.

En un segundo momento luego de la aprobación también había un efecto en demanda agregada en consumo y las expectativas que toma la gente, y en un tercer momento porque vino la pandemia. 

Ha sido un conjunto de decisiones que nos han afectado y si a eso le añadimos el alto endeudamiento que tienen las personas para poder incentivar el consumo se ve afectado aún más. Para mí esas son las razones fundamentales, por eso es que más allá de una varita mágica como la que yo quisiera tener para hacer la recuperación de la economía en esta fase post pandemia, las estrategias tienen que ir enfocadas en la confianza, confianza de los inversionistas, el sector privado y de los consumidores, para que puedan tomar decisiones que nos permitan dinamizar la economía.

¿Son suficientes las medidas anunciadas para esa recuperación y la reconstrucción post pandemia de la economía?

Estamos en una situación compleja, porque estamos respondiendo a la emergencia y esa fase no concluirá hasta que no haya una vacuna que ponga fin a la pandemia, y al mismo tiempo tomando decisiones para poder habilitar mayores opciones de expectativas de inversión y consumo en el sector privado, para eso estamos tomando decisiones de índole estructural, para poder habilitar transformaciones de mayor eficiencia en el sector público vía trámites, inyectar recursos a la economía con capital de trabajo y los ₡900.000 millones para ello y otro conjunto de decisiones que alimenten eso.

¿Pero entonces confía en que alcanzará con lo presentado o tendrán que replantear según como avance la pandemia?

La estrategia es robusta y suficiente y para mi criterio ambiciosa. Un portafolio de ₡3.3 billones en un año y medio ejecutarlo o entregar ₡900.000 millones para capital de trabajo, aumentar la productividad en todas las regiones en productos específicos del agro, generar nuevos canales de distribución y comercialización para las Pymes, incentivar el turismo nacional mientras se abren las fronteras o la imagen internacional que nos ha dejado el buen manejo de la emergencia para ser un hub de ciencias médicas, me parece que sí, que es robusta y ambiciosa, pero tiene que estar a la altura de la pandemia. 

¿Imagínese que esa reapertura no se asuma con la responsabilidad necesaria de parte de la gente? Regresaríamos a medidas de confinamiento otra vez y ahí la estrategia tendría que replantearse, no se podría prestar dinero a empresas cerradas, entonces la estrategia tiene que ser dinámica, pero depende de cinco millones de personas. Las medidas sanitarias están influenciando directamente a las económicas.

¿Cómo apostarle a nuevo endeudamiento cuando usted misma señala que una de las dificultades para la reactivación económica ha sido precisamente el sobreendeudamiento de la población y cuando los planes salvamento estuvieron lejos de funcionar como el Gobierno esperaba?

Esta propuesta es absolutamente necesaria, es lo correcto y es ambiciosa. Esto responde a tres cosas que se están cristalizando en este momento: estamos en una pandemia, es una situación de crisis y eso demanda medidas extraordinarias en lo regulatorio y lo financiero para poder responder.

Lo segundo es que se han tomado decisiones a nivel de SUGEF y Conassif que permitan que los bancos tengan mayor espacio para los análisis en relación con el perfil crediticio y la pérdida esperada y lo tercero es que esta vez estamos acompañando la propuesta con un fondo de avales y garantías, que significa que aquellos que no tengan qué poner a responder van a encontrar un aval o una garantía de parte de recursos adicionales que se están inyectando al FONADE que van a disminuir el riesgo a que incurren los bancos y les dan más opciones a las personas para ser sujetos de crédito.

La única manera de poder reabrir negocios para personas que no cuenten con ahorros suficientes y que puedan echar a andar su negocio de nuevo como una opción de autoempleo o empleo a terceros, en este momento, es capital de trabajo, tener quién te dé un crédito muy barato que pagués dentro de un año y medio o dos, que hagás pagos simbólicos con una tasa preferencial y que además no te afecte tu perfil crediticio.

Hay decisiones que se han relajado en relación con la normativa, por ejemplo para el cálculo del perfil crediticio lo van a calcular en el Centro de Información Crediticia con base en la información que tenía a diciembre o al primer trimestre, antes del COVID-19, lo que sea más positivo. Quitar las tasas piso, plazos de gracia de hasta dos años en pagos e intereses y en un tercer momento el acompañamiento de créditos por portafolio con avales, que cubran el riesgo de pérdida esperada calculada para cada sector antes del COVID-19, eso contribuye a hacer una tasa más atractiva.

¿Eso ya lo aprobaron los bancos?

El Consejo de Gobierno es el dueño de la propiedad accionaria de los bancos del Estado, eso significa que les hemos instado a hacer este tipo de arreglos apoyados en ese cambio de normativa aprobada ya por SUGEF y Conassif. En el mejor de los escenarios van a cumplir al 100% todas estas disposiciones que ya hemos conversado con los bancos.

¿Y en el peor de los escenarios? ¿No pasa nada?

Sí, es posible que en el ejercicio de sus autonomías puedan no tomar una decisión en relación con aplicar alguna, no obstante, esas no han sido las conversaciones que he mantenido con los gerentes de los bancos. Están en la absoluta disposición de poder asumir, en su conjunto, la aplicación de estas normas porque reconocen que estamos en una situación de crisis inédita para la historia costarricense y por eso es que hay que tomar medidas extraordinarias y por eso el compromiso de la banca pública.

Estamos también muy interesados en que la banca privada asuma también la directriz como ya hizo en su momento y estamos en conversaciones para esto.

¿Ese cambio de normativa con SUGEF y Conassif no estaba listo al momento de anunciar ese bono de ₡900.000 millones? ¿Por qué no se anunció de una vez?

Porque yo no tenía tiempo suficiente en la conferencia para poder explicar todos los detalles en esa conferencia. Pero también era para darle perspectiva a la gente de que eso no era todo.

¿Ya ese cambio en la normativa está totalmente aprobado? Por ejemplo, ¿Ya se le puede prestar a personas sobre endeudadas?

Sí correcto, ya esas son decisiones tomadas y en el marco de esas decisiones tomadas por las autoridades regulatorias del sistema financiero es que se pueden marcar este conjunto de productos.

¿Cómo se construye esa cifra de ₡900.000 millones? ¿De dónde van a salir?

Esa cifra se construye de capital que pone cada uno de los bancos al servicio de las Pymes y las empresas ante la emergencia y también de recursos de Banca para el Desarrollo y el fondo de avales.

¿No va a venir un empréstito para alimentar esto entonces?

No, por ahora no.

¿Cómo va a funcionar ese aval estatal? 

Esto es lo más innovador, que vamos a cubrir los portafolios con pérdida esperada. Por ejemplo uno de los primeros productos que se va a lanzar con el Banco Nacional es para turismo, y cuando digo turismo me refiero a toda la cadena, no solo hoteles y Pymes, sino restaurantes, tour operadores, guías… toda la cadena. La idea es que podamos avalar ese producto financiero de manera más ágil.

Otro aspecto fundamental, que es sumamente bonito, es que cuando yo empiece a pagar lo haré según mi facturación, esto quiere decir que los pagos que voy a hacer van a ir caminando a medida que se va dinamizando el consumo en mi sector, entonces yo voy pagando a medida que voy recibiendo dinero, por eso es que esta medida es robusta, ambiciosa y le puede cambiar la vida a muchísimas Pymes de nuestro país.

¿De dónde van a salir esos recursos?

Eso es todo de Banca para el Desarrollo, Hacienda no se endeuda. Hay 200.000 millones de Banca para Desarrollo que hacen parte del maletín de emergencia y también $50 millones de Pymes turísticas aprobados el año anterior que también hacen parte de esto.

¿Por qué en esas medidas de reactivación no se tocó al IVA en servicios públicos ni se habló de su inminente entrada en vigencia en la Canasta Básica?, que podrían ser medidas más inmediatas que por ejemplo la inversión en obra pública.

Porque queríamos centrar la atención en la micro economía, en lo que hace el Estado para poder generar un ambiente de desarrollo y condiciones habilitantes para el crecimiento de la economía. Por supuesto que la estrategia tiene otras dimensiones, como por ejemplo más información en otras medidas fiscales, aspectos vinculados con la informalidad, aprovechamiento del bono de género, reforma del Estado, pero solo teníamos una hora para anunciar esto.

¿Qué medidas fiscales?

Ya el ministro de Hacienda en la conferencia del déficit ya anunció medidas adicionales, incluido un recorte de 148.000 millones para sumar en esa parte y seguimos socando la faja. La idea era centrarnos en los aspectos más productivos de la dinamización y recuperación económica.

¿Pero entonces sí se está discutiendo tocar el IVA para esos sectores?

Sí, mi colega de Hacienda está haciendo los análisis correspondientes de estas propuestas y analizando la inminente entrada en rigor de algunos de los impuestos y analizando de qué manera hacerlo para que sean soluciones integrales que vengan a coadyuvar en los procesos de reactivación económica y no pongan en riesgo las ya debilitadas finanzas públicas. El reto es cómo hacer para que algunas de las propuestas que son muy bien intencionadas, pero tienen un efecto perjudicial más bien puedan ser recanalizadas y plantear nuevas propuestas de política económica para atender ambas demandas.

Nota del redactor: Esta entrevista fue realizada el miércoles anterior, previo a la comunicación del Poder Ejecutivo y la banca pública de los detalles sobre los préstamos para reactivación.