Por Susana Peña Nassar |6 de mayo de 2020, 13:04 PM

El Ministro de Salud, Daniel Salas, explicó la evolución que ha sufrido el proceso de diagnóstico de COVID-19 en Costa Rica. Según el jerarca, la cadena de detección ahora es más sensible y, aún así, se detectan pocos casos. 

En ningún momento mencionó al presidente salvadoreño, Nayib Bukele; pero Salas desmintió sus declaraciones. 

En su intervención, planteó el tema en palabras sencillas: "en un inicio estábamos pescando los casos con una red más pequeñita, ahora tenemos una red más grande".

En la conferencia de prensa diaria, el titular de Salud aseguró que la definición de los casos sospechosos se ha ampliado tomando en cuenta el avance del virus. 

"La definición se ha hecho más sensible, más comprensiva, más abierta y, aún así, la cantidad de casos que se ha captado ha sido mucho menor. ¿Por qué? Porque en Costa Rica no tenemos transmisión comunitaria", detalló. 

La estrategia del país contempla el muestreo de todos los pacientes sospechosos y sus contactos directos, también se aplica el tamizaje al 100% de las personas repatriadas. En el caso de los transportistas, no pueden ingresar al territorio nacional si presentan síntomas respiratorios. 

“Cualquier amago en centro de larga estancia, en call centers, en centros de aprehensión, hacemos un muestreo agresivo (...) No dejamos los casos a la libre", agregó el ministro.

Además, existe una vigilancia especial en 33 localidades de alta densidad poblacional (no detalladas). Cada semana se toman 30 muestras a pacientes asintomáticos. “Nos permitirá adelantarnos si está circulando (el virus) de forma silenciosa”, concluyó el jerarca. 

¿Se aplacó la curva?

“El índice de positividad que tenemos en el país, eso quiere decir, el porcentaje de personas positivas por cada cien pruebas que hacemos, ronda el 6%, así como el número reproductivo básico, que remite a la cantidad de personas que infecta cada positivo, es 1.15. Todos estos datos nos permiten tener un reflejo bastante fiel de nuestra realidad”, aclaró el ministro Salas. 

La meta de Costa Rica ha sido no alcanzar la transmisión ampliada. La máxima autoridad del sector confirma que se ha cumplido; eso se puede constatar con el dato de internados y pacientes graves. 

"Si existe más cantidad (de pacientes) en cuidados intensivos, nos da un reflejo de lo que tenemos en la población". A la fecha, se registran 18 personas en hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cinco en cuidados intensivos. 

Costa Rica cuenta, actualmente, con casi 13.000 pruebas disponibles para diagnosticar el COVID-19, 172.750 ingresarán durante este mes. La capacidad de los laboratorios nacionales permite procesar 2.500 muestras diarias, aunque se podría ampliar hasta 4.000.