Por Adrián Fallas |4 de mayo de 2020, 11:17 AM

Hace más de 50 días los fanáticos de la NBA se quedaron sin baloncesto. Muchos se sienten como Marty McFly de la película Volver al futuro: saben cómo quedaron los partidos que ven en televisión, pero no pueden apostar en ellos.

Este vacío lo ha venido a llenar “The Last Dance”, la serie documental que cuenta la historia de Michael Jordan y su última temporada con los Chicago Bulls.

Viendo las imágenes de Jordan queda claro porque miles lo consideran el mejor de todos los tiempos, pero además si se pone atención al detalle es posible ver que la NBA a finales de los 90 era muy diferente a la liga actual.

Para visibilizar estos cambios los datos de la página basketball-reference.com son útiles, y permiten plasmar en el papel lo que vemos en las pantallas todos los domingos en la noche (ESPN) o los lunes (Netflix).

Para este ejercicio se compara los números de la temporada 97-98, sexto campeonato de los Bulls y los de la campaña 2018-2019, ya que la temporada actual se encuentra suspendida por el nuevo coronavirus.

Explosión ofensiva.

De las primeras cosas que llaman la atención son los marcadores que se ven en The Last Dance, con muchos partidos terminando sin que alguno de los dos equipos quiebre la barrera de los 100 puntos.

Eso se explica por la explosión ofensiva que ha tenido la NBA en los últimos años. Mientras que en la temporada 97-98, durante la temporada regular, cada equipo promedió 95.6 puntos por partido, en la campa anterior el número llegó a 111.2.

Mientras para su sexto campeonato los Bulls promediaron 96.7 puntos por noche, novena mejor marca de la liga, en la temporada 2018-2019 hubieran sido últimos, ya que el peor equipo ofensivo fue los Memphis Grizzlies con 103.5 puntos por cotejo.

Hay muchas razones detrás de esta diferencia, entre ellas el cambio de las reglas en defensa que hacen del juego uno menos físico, pero uno de los más importantes es la producción desde la línea de tres.

En el 97-98 los Bulls intentaron 11.7 triples por partido, convirtiendo el 32.3% para 3.8 por jornada. Los actuales monarcas, Toronto Raptors, durante su camino al cetro intentaron 33.8 tiros detrás de la línea, convirtiendo 12.4 por partido.

Otro factor a tomar en cuenta al contrastar la temporada es la cantidad de posesiones por 48 minutos con los que contaban los equipos a finales del siglo pasado y la actualidad. Este dato brincó de 90.3 a 100. Estas siete posesiones adicionales permiten una mejora en la anotación, más si consideramos que se pasó de 52.4% de efectividad al contabilizar libres, dobles y triples a 56%.

Los cambios a nivel de equipo también afectan cómo cada jugador enfrenta los retos en la duela.

Para esto podemos comparar los números de Jordan (MVP de las finales 97-98) y de Kawhi Leonard (MVP reinante), sin entrar en la discusión de quién es mejor.

Durante la última temporada en Jordan se puso la de los Bulls anotó 28.7 puntos por partido, 5.8 rebotes y 3.5 asistencia, con 1.7 robos y 0.5 bloqueos. Leonard 26.6 puntos, 7.3 rebotes, 3.3 asistencias, 1.8 robos y 0.4 bloqueos.

Si bien es cierto los números son muy similares hay una gran diferencia en cómo los obtienen.

Mientras que Jordan solos se aventuraba detrás de la línea de 3 en promedio 1.5 veces, Leonard lo hace 5 veces por noche, conectando en el 37% de sus intentos, contra un 23.8% para Jordan.

Otra diferencia queda clara al comparar cuánto se jugaba uno contra uno en comparación al presente. Jordan utilizaba el 33.7% de las jugadas de los Bulls, lo que quiere decir que de cada tres ofensivas una era finalizada por Jordan, mientras que Leonard solo alcanza el 30.3%.

Parte de esto se explica con la distancia promedio de los tiros de Jordan. Michael lanzaba la pelota en promedio a 3.71 metros de distancia del aro, mientras que Leonard lo hace a 4.05 metros. Jordan se dedicaba a llevar el balón al aro para anotar, Leonard por su parte muchas veces se beneficia de las penetraciones de sus compañeros para lanzar de tres.

Los números nos indican que la liga ha cambiado. Muchos prefieren el baloncesto de finales de siglo con mucha defensa, mientras que otros gustan de la ofensiva moderna y actualmente todos gustan de ver a Jordan dominar.