Por AFP Agencia |16 de abril de 2020, 5:37 AM

El coronavirus volvió a mostrar su potencia letal el jueves al cobrarse la vida del popular escritor chileno Luis Sepúlveda, mientras el Reino Unido se prepara para prolongar su confinamiento, a diferencia de otros países europeos y Estados Unidos, que planean aligerar las restricciones.

Sepúlveda, de 70 años, forzado al exilio bajo la dictadura de Pinochet, falleció en Oviedo (norte de España) tras pasar un mes y medio hospitalizado víctima de la COVID-19, informó su editorial, Tusquets.

Su nombre se suma al de los más de 131.000 muertos que ha dejado la pandemia desde su aparición en China en diciembre. Además, hay más de dos millones de infectados en el mundo, sobre todo en Estados Unidos (28.000 decesos por más de 637.000 casos) y Europa (88.000 muertos y más de un millón de casos).

El número de fallecidos en España en las últimas 24 horas volvió a subir este jueves, con 551 decesos, lo que eleva el total a más de 19.000 muertos, el segundo balance más alto de Europa detrás de Italia (21.645 muertos).

El panorama es sombrío y Europa sigue "en el ojo de la tormenta", dijo este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Mientras algunos países del Viejo Continente como Dinamarca, Italia y la propia España han comenzado con una tímida reapertura de algunos sectores de su economía y de la educación, todo indica que el gobierno británico anunciará este jueves una prolongación del confinamiento en vigor desde el 23 de marzo.

"Aunque estamos viendo que la curva del número de muertes y de contagios se aplana, aún no baja y creo que está todavía alta", dijo a la BBC el ministro de Salud, Matt Hancock, cuyo país es uno de los más afectados de Europa por la pandemia con casi 13.000 muertos.

La decisión se tomará sin la presencia del jefe de gobierno Boris Johnson, convaleciente tras permanecer varios días hospitalizado por coronavirus, y reemplazado por el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.

Justo en el Reino Unido, donde los servicios públicos de salud están saturados por los enfermos del nuevo coronavirus, un veterano de guerra de 99 años ha logrado recaudar 12 millones de libras ((14 millones de euros, 15 millones de dólares) para el sector sanitario.

El anciano prometió recorrer a pie 100 veces los 25 metros de largo de su jardín, antes de cumplir 100 años, a fines de este mes. Y numerosas personalidades e instituciones apostaron y la recaudación fue millonaria.

También en Europa, Alemania se prepara para una vuelta a las clases progresiva a partir del 4 de mayo. La semana que viene ensayará también la reapertura de pequeños comercios, pero las grandes concentraciones quedarán prohibidas hasta fines de agosto porque el éxito en la batalla contra la COVID-19 sigue siendo "frágil", estimó la canciller Angela Merkel.

Trump prepara la salida

Del otro lado del Atlántico, y presionado también por la asfixia económica que trajo la pandemia, Donald Trump se prepara para entregar este jueves su hoja de ruta para la reactivación progresiva de la economía estadounidense, tras afirmar que su país, probablemente ya "pasó el pico" de contagios.

Sin embargo, los números no invitan aún al optimismo. El miércoles, Estados Unidos registró un nuevo récord mundial, con 2.569 decesos en 24 horas por el coronavirus, según el conteo referencia de la Universidad Johns Hopkins.

"Vamos a abrir los estados, algunos estados mucho antes que otros", afirmó de todos modos Trump, insinuando la posibilidad de que en algunos casos la reapertura económica empiece antes del 1 de mayo.

Otras países también evalúan el desafío del regreso a la normalidad y algunos decidieron tomar riesgos.

Por ejemplo India, un país con 1.300 millones de habitantes (casi 12.000 casos de coronavirus), que anunció que permitirá paulatinamente el regreso al trabajo, en especial de las clases más desfavorecidas, en sectores clave como la agricultura.

También Corea del Sur, que logró contener la pandemia gracias a una estrategia de tests masivos, y el miércoles celebró elecciones legislativas, con la toma de la temperatura en los centros de sufragio y armando lugares especiales para los votantes con fiebre.

Para ayudar a los países más pobres golpeados por la pandemia, los dirigentes del G20 anunciaron el miércoles la suspensión por un año de su deuda.

La decisión de las 20 mayores economías inyectó optimismo entre los defensores del multilateralismo, tras la decisión muy criticada de Trump de suspender la contribución de Estados Unidos a la OMS por "mala gestión" de la pandemia y sesgo a favor de las posiciones chinas.

Nicaragua no se confina, reafirma Ortega

En América Latina, la pandemia continúa con su avance más moderado (más de 3.300 muertos y unos 75.000 casos), con excepción de Brasil, que registra más de la mitad de los decesos y más de un tercio de los casos, y Ecuador, escenario de un fuerte foco en Guayaquil.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, reconoció que su país no estuvo preparado para enfrentar al coronavirus, que deja en esa nación más de 7.800 infectados y casi 400 muertos.

En México, la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) confirmó el miércoles 83 casos positivos de COVID-19 entre sus trabajadores y beneficiarios, de los cuales siete fallecieron. México ya suma más de 5.800 casos del virus y casi 450 fallecidos.

Si la mayoría de los países de la región han adoptado medidas de confinamiento de su población, Nicaragua -con nueve casos y un deceso- es uno de los que ha optado por una receta diferente, defendida nuevamente el miércoles por su presidente Daniel Ortega.

"En medio de esta pandemia no se ha dejado de trabajar(…) porque si se deja de trabajar el país se muere (...) aquí lo importante es que se ha seguido trabajando y guardando las normas, muy consciente y con la disciplina que va dictando el sistema de salud", dijo Ortega, de 74 años, en una comparecencia en cadena nacional tras 34 días de ausencia.

Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, instó a los gobiernos de América Latina y de todo el mundo a permitir el regreso de sus ciudadanos varados en el extranjero.

El llamado llegó después de que cientos de bolivianos fueran bloqueados en los últimos días en la frontera con Chile cuando trataban de volver a su país.