Por Luis Jiménez |22 de enero de 2020, 11:40 AM

Los analistas políticos Alejandro Barrantes, Claudio Alpizar y Sergio Araya coinciden en que los escándalos de los alcaldes de Liberia, Julio Viales (presunta agresión doméstica), de Upala, Juan Acevedo Hurtado (aparente delito de peculado) y el alcalde de San José, Johnny Araya (supuesto tráfico de influencias), no tienen mayor efecto en el votante para las próximas elecciones municipales del 2 de febrero.

Entienden que muchas de las personas que emiten su voto para la elección de alcalde son distintas a las presidenciales porque generalmente actúan por conveniencia o favores políticos, lo que hace que no cambie su intención a pesar de la situación.

“Muchos de los alcaldes en cuestión van por su cuarta y hasta quinta elección, ya tienen una base electoral firme que, evidentemente los beneficia, además, las personas que los apoyan talvez recibieron alguna ayuda por parte de la alcaldía o un trabajo”, indica Sergio Araya.

Araya, también considera que en este tipo de elecciones “la baja participación que estos escándalos puedan provocar favorecen al ya en el puesto siempre y cuando tenga definido los votantes fieles porque los indecisos desistirán. Esos partidos mantienen siempre su maquinaria electoral sin importar lo que sucede”.

Claudio Alpizar comenta que el que tenía decidido ir a votar así lo hará y no cambiará de decisión porque, según él, lo que pasa en Upala y Liberia no afecta en otros territorios.

“La apatía que vemos no es un efecto de ese tipo de eventos, hay ya un menosprecio ciudadano a lo que representa las elecciones cantonales a pesar de ser el gobierno más cercano que tiene la ciudadanía. La disconformidad del votante no es por los escándalos sino más bien con el Poder Ejecutivo, lo que lleva a una baja electoral en las elecciones municipalidades porque son un reflejo de la corrupción en la política nacional”, afirma Alpizar.  

Para Alejandro Barrrantes, siempre que haya un escándalo en la función pública desestimula al votante que, de todas formas, ya no confía en los políticos.

“La gente que va a votar siempre irá, pero la que aún no se decide mejor no va. Siempre tienen impacto en el electorado los actos de corrupción porque al ver este tipo de noticias la gente desconfía más”, agrega Barrantes.

Todos concuerdan que a como pueden alejarse de las urnas, puede ser un incentivo para llegar a votar. Estos escándalos no les afectan porque la motivación para ir a votar es otra, pero sí es importante la capacidad de redes de apoyo de los partidos para mantener fieles a los votantes.

Cabe recordar que los alcaldes quedan electos con mayoría simple de votos, sin importar la cantidad de votantes.

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