Por José Fernando Araya |1 de diciembre de 2019, 8:50 AM

Sherman Güity bien pudo dedicarse a saltar vallas más que a los 100 o los 200 metros planos.

Acostumbrado a sortear obstáculos en su vida como ningún otro, Güity, atleta paralímpico, está dispuesto a asumir cualquier reto, sin importar qué tan fuerte sea.

Su historia bien puede ser digna de una película o libro de superación.  

En el 2017, un accidente en motocicleta provocó que perdiera una pierna y lejos de dejarse vencer, su carácter curtido en el atletismo lo impulsó a afirmar que llegaría a ser el mejor atleta paralímpico y en menos de dos años llegó a la cima de los 100 y 200 metros.

No obstante, los obstáculos no terminarían ahí. Al igual que cuando comenzó a correr con su prótesis, donde caía a cada rato, en agosto recibió un balde de agua fría a sus aspiraciones. Una caída que dolería más que los raspones sufridos en la pista.

Según cuenta, todo comenzó con un piercing en su oreja, el cual se infeccionó y le provocó una especie de protuberancia, así que decidió operarse y uno de los medicamentos que utilizó para sanar la herida contenía una sustancia dopante.

Ese “descuido” como él mismo lo cataloga llevó a que el mejor atleta paralímpico de Costa Rica no pudiera estar en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 donde saldría como abanderado tico, además, lo tiene contra las cuerdas de cara a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.


Sherman decidió romper su silencio y explicó a Teletica.com su situación actual y cómo está de ánimos mientras espera la resolución a la contra muestra presentada.

A continuación, la entrevista completa:

¿Cómo está su situación tras la suspensión por dopaje que tuvo en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019?

-“Ahorita estoy suspendido temporalmente. Lo que sucedió fue que me hice un piercing que me ocasionó un queloide (lesión en la piel por crecimiento del tejido) y me lo operé. El doctor me recomendó neobol para cicatrizármelo y resulta que el neobol tiene una sustancia prohibida que se llama clostebol y por eso me suspendieron y no pude competir en Lima.

Intentamos que me quitaran la suspensión temporal para poder competir, pero no se pudo. Tocó volver acá al país y enviamos toda la documentación para la contra muestra y solo estamos esperando resultados”.

¿Qué fue lo qué pasó? ¿Le recomendaron el medicamento, no consultó antes de aplicarlo?

-“Me operaron y fui a la farmacia y compré el neobol por recomendación del doctor y me lo apliqué. En esa semana que me lo estaba aplicando llegaron a realizarme un control antidopaje y a las dos semanas o el mes, no recuerdo bien, me notificaron que tenía una sustancia prohibida en mi cuerpo que era el clostebol, entonces mostramos pruebas de todo, del neobol que utilicé, del antes y después, para que supieran que no me estoy dopando que no haría trampa, eso jamás.

Aún así, no me dejaron competir y tuvimos que recolectar más pruebas y mostrar que no hice trampa y que no la estoy haciendo.

Espero que se solucione. Creo que me la van a quitar porque no estoy haciendo trampa y mostré mis pruebas, pero ahora solo toca ver si puedo competir en los Paralímpicos de Tokio 2020”.

¿Cómo lo afectó mentalmente la suspensión y el hecho de no poder competir en Lima?

-“Cuando volví obvio estaba muy desmotivado, me preparé para eso, para poder competir en Lima y no pude hacerlo. Pasé dos semanas sin entrenar de lo desmotivado que estaba, pero hace un mes volví a entrenar y dije que pase lo que pase, me quiten la sanción o no, diay voy a seguir y si me sancionan me preparo para el próximo ciclo olímpico”.

¿Qué pensó en el momento de la suspensión?

-“Yo estaba muy seguro que esa medalla iba a ser mía y me preparé demasiado para eso y que me dijeran que no podía competir, pues prácticamente lloré porque jamás me lo esperaba y jamás pensé que me fueran a suspender por utilizar neobol.

“Fue un error involuntario que ahora aprendí y espero nunca más volverlo a hacer”.

La palabra dopaje a veces es muy fuerte, pero ¿cómo califica lo que sucedió? ¿Fue negligencia tal vez?

-“No sé, tal vez me faltó malicia. Pero es que jamás pensé que un neobol me fuera a dopar. Por ejemplo, nosotros no podemos tomar ni Panadol y hasta hace poco me di cuenta. Fue que me informé mucho más, porque entonces nosotros nos enfermamos y tenemos que ver cómo nos mejoramos”.


Tras la desilusión que significó no participar en Lima 2019, ¿quién o quiénes le ayudaron a volver a la pista a entrenar?

-“Creo que nadie me podía ayudar. Todos me decían que tenía que entrenar, pero yo en ese momento me sentía muy mal y no podía hacerlo, así que eso solo dependía de mí”.

Entonces, ¿qué lo motivó a retomar los entrenamientos?

-“Me motivó el hecho de tener una esperanza de ir a Tokio y sí no voy, bueno, pues entonces prepararme para el otro ciclo olímpico.

“Mi objetivo sigue siendo el mismo, que es siempre ser el mejor atleta paralímpico y en eso voy a trabajar dependiendo de si hay suspensión o no”.

Tokio 2020 es su principal meta, pero ¿qué tan real es ahora con la suspensión? Lleva mucho tiempo sin competir oficialmente y de ser positiva la resolución, ¿se está a tiempo de llegar bien preparado?

-“Siento que sí me da chance de llegar bien. Me he estado preparando e incluso estoy entrenando mucho más fuerte que antes, desde el accidente no he entrenado tan fuerte como ahora.

Los Juegos Paralímpicos son hasta agosto, entonces tengo bastante tiempo para prepararme, pero el objetivo sigue siendo el mismo ir por una medalla Paralímpica”.

¿Qué le han dicho familiares, amigos, su entrenador y todos los que te apoyan?

-“Mi entrenador me dice que estoy joven y que tengo mucho futuro por delante. Él me dice que, si me sancionan o no, que no importa, que siga entrenando y que me prepare para el otro ciclo y así piensan todos”.

¿Qué ha cambiado en Sherman desde la noticia de la suspensión?

-“Aprendí algo nuevo definitivamente. Soy más maduro y no cometería un error así nunca más, no voy a tomar cualquier otro medicamento sin antes consultar”.

¿Se arrepiente por lo que hizo?

-“Me arrepiento porque jamás lo hubiera hecho, pero no hay un hubiera. Ya lo hice, lo aceptó y ahora toca asumir las consecuencias”.

Usted está acostumbrado a retos en su vida, primero el accidente y ahora la suspensión. ¿Cómo cataloga la situación que vive en este momento?

-“Esto que me está pasando no es nada comparado a lo del accidente. Este es un obstáculo más que voy a pasar, nada más”.


¿Qué le dice a la gente que lo criticó por el dopaje sin conocer lo que realmente sucedió?

-“Mis patrocinadores confían en mí y siempre están apoyándome. Eso es importante. Al resto de gente, pues ellos no saben, está bien. Pero quiero que sepan que jamás me doparía y jamás haría trampa, soy 100% talento, esfuerzo y disciplina y eso me hace un gran atleta”.

¿Es la oportunidad de ver un Sherman mucho más fuerte?

-“Voy más fuerte, voy con todo a Tokio, con sangre en el ojo. Voy a hacer todo lo que no pude hacer en este tiempo que no pude competir”.