Por José Fernando Araya |15 de noviembre de 2019, 16:25 PM

El viernes 28 de febrero el país amanecía con la noticia de la inminente venta del Saprissa a manos, de aquel entonces, un desconocido empresario mexicano.

Poco, por decir que casi nada, se sabía al respecto de Jorge Carlos Vergara Madrigal, nombre que trascendió aquella madrugada como principal dueño del grupo empresarial Omnilife.

El “Rey Midas sin Calcetines”, así lo describió el diario La Nación en el 2003 cuando lo designó como uno de los personajes del año.

Y no es para menos, pues pasó de ser un desconocido a ser el salvador de un equipo que moría lentamente y que llegó a arrastrar salarios atrasados y deudas que rondaron los 1.700 de colones.

Primero fue una inyección de $400 mil y aseguró que en 60 días salvaría al cuadro morado que muchos ya daban por muerto.

El 6 de marzo del 2003, el Ricardo Saprissa se llenó a reventar para conocer al nuevo salvador morado, sin saber que ese día arrancaría la que sería la época más importante en la historia morada.

“¿Por qué compre al Saprissa? Porque estaba en urgente necesidad de ser rescatado y me interesaba mucho hacerlo”, mencionó el empresario en una entrevista a BBC Mundo en mayo del 2005.

Con Vergara al frente (2003 al 2011), Saprissa, que apenas contaba con 22 títulos, logró la cifra de siete campeonatos nacionales, una Copa de Campeones de Concacaf, dos subcampeonatos de la misma y un tercer lugar en el Mundial de Clubes en el 2005, este último el pináculo de su gestión.

Estos títulos distaban mucho de lo conseguido con Chivas de Guadalajara, club al que compró un año antes de los morados, pero nunca consiguió objetivos claros, pese a aplicar las mismas normas para ambos, incluso llegó a compartir gerentes generales como era el caso de Mariano Varela.

Revolución de marca.

El azteca metió mano al creer 100% en la mano tica, tanto en sus entrenadores (la mayoría de la casa como Jeaustin Campos y Hernán Medford) como en los futbolistas al prohibir por completo la contratación de extranjeros.

Además de revolucionar el uniforme, el escudo, cambiar los colores de identidad del equipo y hasta inventarse una nueva mascota que poco gustó al aficionado, Vergara fue el principal gestor de una mercadotécnica que hasta ese momento pocos conocían en el país.

Sapricola, Saprihelado, juguetes, tiendas, botellas, gorras, etc… Con el azteca al frente creció la marca Saprissa como nunca, al punto de poner los cimientos a la mercadotécnica de hoy en día que se expande a otros equipos y hasta la Selección Nacional.

Con la parte económica solventada, los resultados deportivos comenzaron a llegar.

Saprissa comenzó a cosechar títulos nacionales al punto de convertirse en el más laureado de toda la historia al ganar los campeonatos de 2003-04, 2005-06, 2006-07, Invierno 2007, Verano e Invierno 2008 y Verano 2010.

Además de una Liga de Concacaf 2005 que culminó con un tercer lugar en el Mundial de Clubes, máximo logro de un equipo tico en la historia.

“Lo más importante es que el Saprissa demuestra que nuestra filosofía del fútbol está funcionando porque en dos años están a las puertas de los mejores equipos del mundo en el mundial de clubes”, mencionó el empresario en aquella oportunidad.

Pese a esto poco a poco se fueron diluyendo las apariciones del empresario y al final prácticamente no se le veía por el país.

De ahí surgieron los rumores de su interés por vender a los morados, situación que se dio en abril del 2011 cuando Horizonte Morado adquirió el club.

“El Saprissa siempre estará cercano a nuestro corazón. Estoy seguro de que, para la afición tica, el ver a su club regresar a manos costarricenses será una gran satisfacción, y daremos todo nuestro apoyo para que la transición suceda con agilidad y siempre priorizando la continuidad del trabajo deportivo y administrativo de Saprissa”, explicó Vergara mediante un comunicado.

Jorge Vergara falleció este viernes a causa de un paro cardiorrespiratorio en Nueva York donde se encontraba delicado de salud por varios meses.

Su cuerpo será velado en Guadalajara y este domingo durante el partido entre Saprissa y Grecia se dará un minuto de silencio en su honor.