Por Álvaro Sánchez |25 de abril de 2019, 4:24 AM

Tras recibir una carta anónima que menciona supuestos nombramientos irregulares y tráfico de influencias el director del OIJ pide una investigación a la inspección judicial.

El texto ha circulado por todo el Poder Judicial, principalmente por redes sociales.

Incluso Walter Espinoza, director del OIJ, reconoció que recibió dicha denuncia anónima días atrás.

La misma menciona supuestos actos de corrupción, nombramientos irregulares y tráfico de influencias.

Incluso, menciona los nombres de algunos jefes de sección.

En una parte del documento se indica lo siguiente:

"En realidad es un asco como la corrupción se ha comido una institución con tantos años de transparencia, como su personal trabaja arduamente contra la delincuencia, poniendo en riesgo su vida día con día, pero viviendo con el temor de un proceso disciplinario o administrativo, sin ninguna razón, por el simple hecho de caerle mal a un jefe, porque hablar y reclamar derechos, basta para que los y las investigadores sean puestos en la mira y ya serán etiquetados como problemáticos, rebeldes, vagos, etc., solo por querer luchar por los derechos como cualquier trabajador.

En los últimos dos años es un infierno trabajar en el OIJ, cientos de investigadores cansados de ser señalados por el poder, cansados que les violenten sus derechos, cansados de tanta corrupción interna por las malditas argollas, que sólo favorecen a un grupo, solo los que están bien con las grandes cabezas pensantes, que lo único que hacen es administrar bajo una dictadura y arbitrariedad, que sólo quieren demostrar quien tiene el poder, quien es el jefe, quien manda".

Ante este panorama y, según Espinoza, por una cuestión de transparencia, el director del OIJ envió el documento a la inspección judicial para que se realice una investigación.

En el documento se mencionan nombres de jefaturas, casos en específico de oficiales trasladados y en especial del ambiente laboral en secciones como la de crimen organizado, de fraudes y en general del departamento de investigaciones criminales.

Sin embargo, el director del OIJ asegura que no existen pruebas de lo que se alega y que el trato administrativo siempre se ha manejado bajo estrictos controles de calidad.