Nacional

"Mono con tacos, hágala con la cola" son algunos insultos racistas que sufren los jugadores ticos

Jugadores y un exjugador narran los insultos que sufren en muchos estadios del fútbol nacional, y achacan la responsabilidad los dirigentes

Por Gabriel Vargas |8 de abril de 2019, 12:45 PM

En pleno Siglo XXI el fútbol nacional también sufre las consecuencias de una sociedad enferma.

Así lo dejan ver algunos jugadores del balompié tico, tras los últimos acontecimientos de racismo sufridos en el estadio Carlos Ugalde de San Carlos y Rosabal Cordero de Heredia donde la UCR jugó como local este domingo.

Allí fue el último episodio reprochable sufrido por el delantero Johnny Woodly, quien vivió momentos de tensión cuando le gritaron “negro hijuetal” como él mismo lo narró, y también gritos de mono.

Esa situación se vive desde hace muchos años como lo recuerda el ahora técnico Hernán Medford.

“He recibido insultos racistas tanto afuera como aquí. Costa Rica se jacta de ser un país muy libre, muy bonachón, muy buenos, pero he recibido insultos racistas. No quiero caer en generalizar, porque sabemos que los ignorantes subdesarrollados que se ponen en ese tipo de cosas no son todos, en un grupo de gente”, dijo Medford.

Uno que también ha vivido el racismo en carne propia es el delantero de Santos de Guápiles, Steven Williams, quien quiso recordar algunos de esos insultos con el objetivo de denunciarlos e intentar erradicarlos.

“Juegue mono con tacos. Hágala mono con la cola. Tome banano mono. Son cosas que uno escucha y uno no lo puede creer. Es feo porque a nadie le gusta que le griten esas cosas, pero lo he tomado tranquilo porque sé que las personas que gritan esas cosas son personas que no tienen a Dios en su corazón, alguna que otra vez me he salido de mis casillas, pero hasta ahí”, explicó Williams.

Otro que alzó la vos fue el jugador colombiano de Limón FC, Junior Murillo, quien también vivió un episodio de racismo hace una semana en el Carlos Ugalde de San Carlos.

“En nombre mío y del equipo quiero expresar tristeza por lo que nos sucedió porque no fue solo a mí que iba a patear el penal, a Dexte Lewis durante todo el partido lo pasaron insultando. Nosotros los futbolistas somos personas, no importa la raza o el color, todos somos iguales”, dijo Murillo.

Cristhiam Lagos, goleador de Santos de Guápiles, es otro que ha sufrido los insultos en la mayoría de estados de la Primera División.

“Van a mentarte la madre, a tratarte mal. A mí siempre me van a tratar mal, y hasta el momento lo sigo viviendo porque en todos los estadios siempre hay burlas por las veces que me he equivocado cuando hablo, pero yo le hago oídos sordos a todas esas cosas, pero hay personas que no tienen la misma reacción de uno”, narró Lagos.

Falta mano dura

Para todos los protagonistas de esta nota los mayores culpables del racismo en los estadios son los entes que manejan el fútbol nacional.

“El mayor culpable de todo es la Unafut, porque tiene que haber un reglamento que en un momento en que la afición comience a gritar se acabe el partido y se castigue el estadio por tres, cuatro o cinco partidos para ver si lo vuelven a hacer. Si no se ponen las pilas van a seguir pasando estos insultos, tienen que ponerse a castigar a cualquier club de este país en el que sus aficionados incurran en insultos racistas”, tiró Hernán Medford.

Según Steven Williams, debería de crearse una Ley que condene cualquier insulto racista en los estadios, mismo criterio que comparte su compañero de equipo Cristhiam Lagos, ya que es peligroso que los niños que van a un reducto a vivir un espectáculo futbolístico se vaya criando en un ambiente racista.

“Lo que hay que hacer es salirse de la cancha, no seguir jugando, es la única manera en que uno puede protestar ante situaciones como esta, que lamentablemente siguen sucediendo”, sentenció Lagos.