Por Eric Corrales |NaN de Invalid Date de NaN, NaN:NaN AM

Mickel Angulo es un costarricense que hace siete años tuvo un grave accidente en motocicleta, su pecho fue perforado por un tubo, rompiendo órganos internos vitales, además, sus piernas quedaron fracturadas en varias partes.

“El 8 de febrero del 2011 iba en motocicleta hacia el trabajo, un carro se me atravesó y frenó de golpe, llevaba unas varillas y una de estas me atravesó el pecho, es un milagro que no haya tocado el corazón. Me perforé un pulmón, perdí un riñón, una pierna me la quebré en tres partes y la otra en una.

Estuve en coma un mes, no me llegaba oxígeno al cerebro, entonces era probable que después quedara como vegetal, yo estaba con un respirador artificial y con traqueotomía”, relató el hombre de 33 años de edad.

Los médicos les indicaron a sus familiares que se preparan para su muerte, y aseguraron que si sobrevivía quedaría en estado vegetal.

“Mi mamá lloraba todos los días, los doctores le decían que de hoy no pasaba, la gente llegaba a la casa y le decían que me dejara descansar, que ya había sufrido mucho, pero ella peleaba con todo el mundo y decía que no, que yo era de ella y tenía que seguir viviendo.

Un día ella cuenta que comenzó a orar con Dios y le dijo que por favor me dejara descansar, que ya muriera porque ya era mucho, y milagrosamente los doctores le llamaron porque yo había despertado del coma”, contó Angulo.

Los doctores le mencionaron que no podría volver a caminar y que su cerebro pudo haber quedado con secuelas importantes por la falta de oxígeno.

“Me dijeron que no podía volver a estudiar porque mi retención iba a ser mínima, pues tampoco nunca me di por vencido, volvía a matricular la universidad y gracias a Dios aquí sigo”, expresó el ingeniero.

Su calvario apenas comenzaba cuando salió del hospital, no solo por su recuperación sino porque, asegura, tiene más de cinco años esperando una cirugía que proteja su corazón y otra para un riñón dañado.

“Tengo el corazón expuesto, cualquier accidente que yo llegue a tener lo recibe directamente el corazón, los doctores me dijeron que me tienen que quitar dos costillas de abajo para colocarlas sobre el corazón y poner una especia de malla, de manera de que el corazón quede cubierto.

Desde que yo salí del hospital el doctor de la clínica de Pavas me envió una operación urgente para que me extrajeran el riñón dañado, pero mi mamá y yo íbamos a preguntar y siempre me decían que seguía en lista de espera”, mencionó el joven.

En el hospital San Juan de Dios aseguraron que casos de sobrevivencia como el que tuvo este ingeniero no son muy frecuentes.

“Este fue un paciente que estuvo bastante grave, en una condición crítica por casi un mes en cuidados intensivos, se le dio seguimiento, se le dio de alta de varios servicios, y quedaron pendientes dos citas, en cirugía plástica y en urológica”, explicó la directora del centro médico, Ileana Balmaceda.

¿Cuál es la posición del Hospital San Juan de Dios? Y ¿Qué soluciones tendrán para este paciente? Esto y más se lo contamos en nuestra próxima entrega.