Por AFP Agencia |5 de marzo de 2018, 9:16 AM

Este domingo falleció la leyenda del baloncesto Kobe Bryant en un accidente aéreo en Calabassas, California. 

A continuación esta es una biografía del jugador cuando ganó el premio Óscar por su corto "Dear Basketball" en el año 2018: 

A mediados de 2016 nadie esperaba que Kobe Bryant, una vez retirado, volviera a ganar un trofeo. Pero el exastro del básquetbol se reinventó y hasta sumó un Óscar a sus cinco anillos de campeón de la NBA.

"Querido baloncesto, desde el momento que comencé a enrollar las medias de mi padre y hacer tiros imaginarios para ganar partidos en el Great Western Forum, supe que algo era real: me enamoré de ti...", con estas palabras arranca "Dear Basketball", el homenaje particular de Kobe Bryant al deporte del que fue ícono mundial y con el que sumó un título inesperado a un brillante palmarés.

Cinco anillos de la NBA, un premio a Jugador Más Valioso de la temporada, 18 participaciones en el Partido de las Estrellas, dos oros olímpicos, tercer máximo anotador de la historia y desde el 2018, el mayor galardón del mundo del entretenimiento. 

"Si soy sincero, se siente mejor que ganar un campeonato (de la NBA). Es increíble, una locura", dijo Bryant, honesto, con la estatuilla en la mano tras la ceremonia.

Días antes, en una entrevista, la leyenda de Los Ángeles Lakers había dejado claro qué iba a hacer con el premio en caso de ganarlo.

"¡Probablemente dormiré con él! Estaremos Vanessa (su mujer), Bianka (su hija pequeña), yo y Óscar", comentó entre risas.

'La Mamba Negra', como se le conocía al basquetbolista que falleció este 26 de enero del 2020,  no solo quedará en la historia como el hombre que anotó 81 puntos ante los Raptors de Toronto en un partido en 2006. Tampoco el jugador capaz de liderar a su equipo a victorias imposibles con canastas inverosímiles en los últimos segundos como aquella ante los Miami Heat del 5 de diciembre de 2009 cuando, sobre la bocina, anotó el triple del triunfo para los de púrpura y oro.

"Fue el tiro más afortunado que lancé nunca. Por lejos", explicó entonces con una sonrisa.

Bryant nunca se conformó con ser solo un jugador de básquetbol. Ni siquiera uno de los mejores de la historia. Polivalente y polifacético, el originario de Filadelfia quiere dejar su impronta también lejos de las canchas.

Pasión

La misma pasión con la que Bryant corría por la cancha, donde en ocasiones entraba en un estado de trance que recordaba a Michael Jordan, mandíbula desencajada incluida, es con la que el Kobe invertía en sus negocios.

"La pregunta debe ser '¿Cuál es mi pasión?' Y no '¿dónde puedo ganar más dinero?' Cuando encuentras esa siguiente pasión (después de retirarte), todo lo demás tendrá sentido", subrayó en agosto de 2017.

En el Dolby Theatre de Hollywood, "Dear Basketball" se impuso en el Óscar a "Garden Party", "Lou", "Negative Space" y "Revolting Rhymes". 

Cuando Bryant escuchó su nombre, su sonrisa volvió a ser la misma que la que mostró por primera vez tras ganar 4-2 en la final a los Indiana Pacers en el 2000 o la que lució una década después, en 2010, tras batir 4-3 a los Boston Celtics.

Walt Disney, JK Rowling, Steve Jobs y John Williams fueron sus referencias. ¿Su objetivo? "Contar grandes historias para ayudar a que las nuevas generaciones se inspiren para lograr cosas épicas".

Para ello, Bryant reconoció haber aprendido de Oprah Winfrey y Shonda Rimes. "Cuando tienes mentores así en tu vida, todo tiende a salir de forma natural".

Y de forma natural fundó "Kobe Inc." y lanzó un fondo de inversión de 100 millones de dólares.

Uno más que Johnny Depp

Hasta 13 jugadores en la historia de la NBA tienen más títulos que Bryant, comenzando por Bill Russell, 'El Señor de los Anillos', con 11. 

Pero ninguno de ellos ganó un Óscar. Tampoco leyendas de la interpretación como Johnny Depp, Bill Murray, Harrison Ford, Will Smith o Samuel L. Jackson. 

Kobe Bryant rompió barreras. Derribó el estereotipo por el que un deportista no podía dedicarse a otra cosa de forma exitosa. 

"Y los dos sabemos que, haga lo que haga después, siempre seré ese chico con las medias enrolladas, la papelera en la esquina, cinco segundos en el reloj de posesión, la bola en mis manos. 5... 4... 3... 2... 1". 

Este domingo la chispa del jugador se apagó cuando sufrió un accidente aéreo en su helicóptero en Calabassas, California a la edad de 41 años y con un legado que perdurará por siempre. 

**Nota actualizada el 26 de enero del 2020**