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Enojo en El Salvador por muerte de menor de edad tras el llamado "juego de la malteada"

El muchacho estuvo internado por una fuerte contusión cerebral y falleció esta semana en un hospital capitalino.

28 de febrero de 2018, 10:51 AM

Beatriz Mendoza de LPG para Teletica.com.

Mario Rivera, originario de San José Guayabal, en Cuscatlán, tenía apenas 15 años de edad y falleció a las 9 p.m. del lunes en el Hospital Rosales, en la capital. 

El caso ha generado indignación: murió tras pasar varios días en coma a causa de una contusión cerebral, luego de que otros jóvenes le hicieran la "malteada" a la fuerza y lo dejaran caer al suelo, según confirmó en redes sociales el alcalde de ese municipio, Mauricio Vilanova.

"Según algunas personas que vieron el incidente, se trató de una malteada a la fuerza y luego de esta hubieron (sic) otro tipo de golpes", publicó el edil, que hizo un llamado a la familia de Mario a acudir a la Fiscalía General de la República (FGR) para que se inicie una investigación.

El hecho que dejó a Mario postrado en una cama ocurrió la semana pasada, según detalló su madre al movimiento juvenil de San José Guayabal "Yo ayudo"

Este movimiento contribuye con personas de escasos recursos de ese municipio y ha recolectado dinero para dar a la familia una segunda ayuda económica (la primera fue antes de conocer sobre el fallecimiento).

"Lupe", la mamá de Mario, dijo a "Yo ayudo" que el adolescente se encontraba conectado a un respirador artificial para poder sobrevivir y que los doctores le habían solicitado su aval para desconectarlo. Aseguró que ella ya no tenía esperanza y que los médicos le dieron 24 horas para firmar, pero no tenía el valor de hacerlo.

"Lo hicieron (la broma) con una gente humilde. Él era educado, yo lo aconsejaba. Quizás por humilde, por eso me lo fregaron", manifestó.

Mario estuvo con muerte cerebral durante cinco días. El cuerpo del menor de edad fue velado este martes, en su casa de habitación. 

“La malteada” es un juego que consiste en tomar a una persona de las cuatro extremidades (al menos cuatro personas se involucran en la actividad) y la impulsan hacia arriba con fuerza, lo más alto posible. 

Luego, la dejan caer pero sin soltarla para que quede a tan solo unos centímetros de distancia del suelo y la vuelven a elevar. La operación se repite cuantas veces se desee.