11 de enero de 2018, 5:10 AM

Mientras miles de personas piensan en fiesta y vacaciones, algunos vecinos de Palmares esperan redondear un muy buen aguinaldo convirtiendo sus casas en verdaderos negocios.

Uno de ellos es don Arnoldo, que aprovecha para poner a funcionar un parqueo.

Cuenta que ansía que lleguen los fines de semana de los festejos y el jueves de conciertos porque son los días que sostienen el negocio.

Asegura que la responsabilidad de cuidar 200 carros es grande.

Si usted viene a Palmares y necesita un baño don Arnoldo le ayuda.

En la casa de al lado vive Rubén y su agosto también llega en enero, pero a punta de empanadas.

Pero dicen los vecinos que la comida era tan rica que Rubén y su familia tuvieron que empezar a venderle al público que visitaba las fiestas.

Ya sabe, si viene a Palmares no solo la pasará bien con su familia, si no que estará ayudando a otras locales que apunta de esfuerzo intentan sacar un aguinaldo que les llega un mes más tarde que el suyo.