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Acusado formalmente el campeón de sumo que agredió violentamente a un rival

Durante una salida en la que varios luchadores estuvieron bebiendo alcohol, el luchador agredió a otro, provocándole una fractura de cráneo y una conmoción cerebral

Por AFP Agencia |28 de diciembre de 2017, 3:01 AM

El gran campeón de sumo destronado Harumafuji fue acusado formalmente y sería castigado con una multa por haber agredido violentamente a un rival en octubre tras haber bebido alcohol, unos hechos que provocaron un escándalo en Japón y que motivaron el final de su carrera, confirmó este jueves la AFP.

Harumafuji, de 33 años y nacido en Mongolia, fue acusado "por vía sumaria", lo que se traduce en que probablemente tendrá que pagar una multa de una cantidad todavía no precisada en lugar de enfrentarse a un juicio, explicó a la AFP un portavoz de la fiscalía de Tottori.

El fiscal se mostró clemente después de haber estimado cómo de graves eran las heridas del agredido y de haber apreciado que el gran campeón de sumo (yokozuna) asumió su responsabilidad, de alguna manera, al poner fin a su carrera hace un mes, según la agencia de prensa Jiji.

Durante una salida en la que varios luchadores estuvieron bebiendo alcohol en Tottori, el yokozuna de 135 kilos agredió a otro sumotori mongol, Takanoiwa, enviándole al hospital con una fractura de cráneo y una conmoción cerebral.

Harumafuji explicó luego que había perdido los nervios porque Takanoiwa, de 27 años, comenzaba a escribir mensajes a su novia por el teléfono móvil, precisamente cuando él le estaba reprochando su falta de respeto.

Reconoció haberle asestado puñetazos y haberle golpeado con un mando a distancia del karaoke, pero negó haberle agredido con una botella de cerveza en la cabeza.

Takanoiwa presentó una denuncia con él, lo que supuso la apertura de una investigación judicial.

El 'caso Harumafuji' causó un gran impacto en Japón, donde los campeones de sumo son ídolos y según la tradición deben tener una conducta ejemplar.

El incidente llegó incluso a hacer que el primer ministro, Shinzo Abe, lo valora públicamente, considerando que había sido "extremadamente lamentable".