Por Stefanía Colombari |30 de septiembre de 2017, 2:00 AM

Esta crónica -sabrosa en detalles y dura en su vivencia- fue enviada poco antes de que el gobierno de Bagdad anunciara que cerraría el espacio aéreo del Kurdistán iraquí, luego del referendo independentista realizado el lunes pasado en este territorio.

Stefanía Colombari y Cristian Cubillo tuvieron que abandonar suelo kurdo rumbo a Turquía, desde donde enviaron un reporte en video, que acompaña estas líneas.

A más de 45 grados de temperatura y después de una hora y media de viaje desde Erbil, capital kura, llegamos a una de las bases de los Peshmerga más importantes del Kurdistán. 

Desde ahí se organizó gran parte de la operación para liberar la ciudad de Mosul que estaba en manos de Daesh (Estado Islámico) a principios de este 2017. Esta ciudad se ubica a unos 400 kms de la capital iraquí.

Los Peshmerga es el ejército kurdo se ha ganado a pulso y con gran valentía todo el honor que hoy se le concede. Se trata del único ejército que ha podido doblegar por su cuenta al temido grupo yihadista.

El lugar estaba constituido de un edificio de una planta pero extenso, con distintas oficinas y una pequeña zona de parqueo, todo de concreto. Alrededor un paisaje marrón infinito.

Al llegar nos recibió un oficial que ya sabía de nuestra llegada. “Dice que bienvenidos”, nos tradujo Ismael, un egresado de la Universidad Internacional de Erbil, al que le habían asignado ser nuestro guía y traductor por ese día. 

Nos pasaron a una de las oficinas en donde poco a poco fueron entrando varios soldados de distintos rangos. 

Como es de costumbre por estos lados, lo primero que hicieron fue ofrecernos el clásico ¨chai¨ o té caliente, el cual sirven en pequeños vasos de vidrio, sin importar cuán cálido o frío esté el clima. 

Como llegamos casi al medio día, nos tenían además un delicioso almuerzo que consistía en pollo al horno, cuscús, arroz blanco, ensalada y pan pita. ¡Ahí estábamos nosotros! Periodista y camarógrafo de 7 Días, sentados almorzando con unos 15 soldados Peshmerga…

Una vez terminado el pequeño festín, procedimos a explicarles con ayuda de Ismael, lo que Cristian y yo necesitábamos: llegar lo más cerca que pudiéramos de Mosul y poder grabar en esas zonas hoy destruidas.

En Mosul, el líder de los yihadistas, Abú Bakr al Baghdadi, proclamó en el 2014 el califato. 

La presencia yihadista se pagó con la vida inocente de miles de habitantes y más de un millón de desplazados. 

El general Dedawan Khorshid nos acompañó en el recorrido el cual nos llevó hasta el límite posible de protección Peshmerga. 

Una especie de frontera que marca hasta donde existe dominio kurdo y en donde comienza la zona en manos del ejército iraquí y otros grupos armados. 

Nuestra grabación, la cual quedará plasmada en los reportajes para 7 Días, nos llevó por zonas que para quienes no sabemos de guerra nos estremece el corazón. 

Aldeas y ciudades en ruinas, municiones en la tierra, simbología del EI por todas partes y sobre todo un olor a sufrimiento enorme. 

Recuerdo la primera vez que tuve que ver uno de los videos de las decapitaciones de los yihadistas. Hasta la fecha estoy convencida de que si existe una representación del mal en la tierra, tienen que ser ellos y nosotros estábamos recopilando historias de quienes combatían esa fuerza maligna.

En el último puesto de control Peshmerga, los soldados se esmeraron para prepararnos pan y arroz, con el objetivo de complacernos. También hacían fila para tomarse fotografías con nosotros. ¿No es este un mundo irónico?

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