Por Greivin Moya |25 de julio de 2017, 7:49 AM

Un centro comercial en Cariari de Guápiles de más de 10.000 metros de construcción, obtuvo  su  permiso ambiental en un día.

La Comisión plenaria no conoció del asunto: el permiso se aprobó solo con una resolución firmada por el secretario de Setena y con el visto bueno del evaluador ambiental.

El caso  más crítico  en una resolución de Setena es este proyecto ubicado en Pococí, se trata del centro comercial Sura que abarca casi una cuadra en Cariari. Se aprobó la viabilidad ambiental en tan solo un día, algo increíble  pues tenía  145 folios el expediente, no pasó por la Comisión plenaria sino que fue una simple resolución firmada por  el actual Secretario General.

Antecedentes del caso:

Primero se tramitó un permiso ambiental para construir locales por 600 metros cuadrados, luego  pidieron ampliar la construcción en una segunda planta  para 600 metro más  para completar   1200 metros, se les exoneró de algunos trámites y protocolos. 

Se autorizó entonces una declaración  jurada de compromisos ambientales y se le dio el permiso  ambiental con resolución de la Comisión plenaria. Conocido como  D1. Todo esto en cuestión de  pocas semanas y en la evaluación ambiental  aparece Mario Céspedes como técnico y el ingeniero Eduardo Murillo Marchena coordinador del DEA  incluso con  las firmas en el informe técnico  y también se indica que  no hubo acta de inspección o  sea nunca fueron al lugar.

Luego solicitaron  con la  misma viabilidad ambiental construir otros edificios en la misma cuadra;  un supermercado, una sucursal bancaria, más locales, parqueo y boulevard. Todo sumaba  más de 7.300 metros de  construcción  nueva  y se denominó centro comercial Sura.

En forma increíble  esa modificación se aprobó  en un solo día y con el expediente de 145 folios que por supuesto no revisaron para determinar que había  graves irregularidades en el trámite y los permisos.

Prácticamente  con un  permiso ambiental de 600 metros una pequeña parte de la cuadra la extendieron a más de 7.300 metros que al final llegó, según el expediente municipal, a más de 10.000 metros construidos violentando los reglamentos  de Setena y no pasó por la Comisión plenaria.

El secretario firmó una simple resolución con ajuste o ampliación de obras manteniendo la misma viabilidad ambiental, todo en un solo día. A instancia del técnico Mario Céspedes.

En el informe de auditoría se indica que no hubo control de nada y que violentaron la ley  o el reglamento de Setena que indica que se pude modificar un proyecto sin cambiar la viabilidad ambiental o los instrumentos de mitigación solo si la variación o ajuste de la obra no supera el 20%. 

Pero aquí nadie observó ese gran detalle. Además hicieron una reunión de fincas y salió el permiso ambiental con las fincas ya reunida y se incluyó una que nunca  fue valorada.

Telenoticias trató de conversar con los dueños del centro comercial que en los documentos  aparece como la gestora Vilma Alfaro Lazo representante de Villa Palma dueña del proyecto, y Patrick Barrientos regente ambiental pero ante una llamada dijeron que se comunicarían con pero no lo hicieron.

También el parqueo norte Plaza Cronos en Curridabat se tramitó la viabilidad ambiental en tan solo seis días hábiles. La hizo Mario Céspedes y aparece también Eduardo Murillo Marchena  firmando como coordinador del DEA, el informe técnico no tuvo inspección de campo  y el departamento de evaluación ambiental  tardó solo un día hábil para el informe favorable quien  aparece como representante del proyecto y solicitando la viabilidad es Geovanni Vindas.

En este caso además de que fue  realizado por alguien ajeno al departamento de evaluación y que se autoasignó el expediente  se  tienen documentos alterados y/o  falsos.

Aparece el ingeniero Gualberto Murillo Retana aquí al igual que en otros proyectos como    consultor ambiental y emitió diversos criterios técnicos  y que incluso no son atinentes  a su formación profesional mediante la emisión de diversas notas eximiendo  al proyecto  de  presentar  estudios. Entre  ellas  el oficio del  9 de diciembre del  2015  señalando que no se requería estudio biológico porque  no existía  cobertura vegetal  ni ecosistemas frágiles, pero  la prueba de que estos documentos no los hizo Gualberto radica que  el ingeniero civil Gualberto Murillo Retana  desde el 20 de octubre del 2013 salió del país y no ha vuelto, es más vive en Palm Springs, California.

Ya además  aparece como suspendido en ejercicio de su profesión en el Colegio de Ingenieros y  también  no tiene  la licencia vigente como regente en la Setena, está vencida desde el 2010.

Peor hay otros detalles,  la firma de Gualberto consignada en estos documentos  no es igual a la cédula que registra el Setena, es diferente y se parece mucho a la letra de Mario Céspedes  comparándola con estos informes escritos por  él.

Y para  terminar otro detalle Mario Céspedes y Gualberto son conocidos y amigos pues se nota en esta fotos publicadas en Facebook cuando están juntos en California, fotos que revelan  una relación que transciende lo profesional y evidencia hay diálogos a menos de mucha confianza, tal como se pudo constatar el 17 de noviembre del 2016 en sus respectivos perfiles de Facebook en donde están registrados como Antonio Murillo Retana y Mario Céspedes. Mario lo fue a visitar a  California a Palm Springs en el 2015.