Por Álvaro Sánchez |12 de julio de 2017, 13:54 PM

Marlene Moreno González es una madre de familia de 41 años. Tiene tres hijos de 24, 22 y 21 años.

Dos de ellos detenidos por tráfico de drogas y otro quien cumple sentencia por tentativa de homicidio.

Esta mujer, quien en sus fotografías publicadas en redes sociales se deja ver como una madre y abuela amorosa, es también la líder de una de las bandas criminales más organizadas a la que se ha enfrentado la policía en los últimos 20 años en la zona de Golfito.

De hecho, Marlene Moreno, ya había cumplido una sentencia hace casi dos décadas por tráfico de drogas.

Según las investigaciones del OIJ, la líder del grupo nunca ha reportado un perfil laboral ni empresarial lícito.

Lo que si tenía era un poder de  organización y técnicas empresariales ilícitas que la mantuvo por 20 años en el negocio del narcotráfico hasta ser detenida junto a su hija, yerno y 9 sospechosos más por el OIJ de Ciudad Neily y la fiscalía este martes.

La líder de la organización criminal detenida ayer vigilaba el negocio por medio de cámaras de seguridad que instaló en los bunkers, en Río Claro de Golfito, donde se vendía la cocaína, se cocinaba el crack y se distribuía parte de la droga.

La mujer siempre se mantenía lejos de la zona donde operaba la red de narcotráfico, se había ido a vivir al centro de Puntarenas y accedía a las cámaras de seguridad por medio de una aplicación instalada en dos teléfonos celulares que fueron decomisados tras los allanamientos.

Ella ordenaba a los otros miembros de la organización que contaran el dinero y prepararan la droga cerca de las cámaras para poder tener control de todo.

En los bunkers ella mantenía trabajando a otro de los detenidos quien fue por muchos años su pareja sentimental, identificado como Hermes Guzmán Cruz, alias Memo Kimba.

Las investigaciones del OIJ de Ciudad Neily y la fiscalía adjunta contra la delincuencia organizada determinaron que esta mujer podía ganar hasta 4 millones de colones por semana con la venta de unas 300 piedras de crack.

Todos los días los encargados de los bunkers le depositaban un promedio de 300 mil colones por día a Marlene Moreno en una cuenta de banco que ahora es objeto de investigación por parte de la fiscalía.

La hija de esta mujer y su esposo también fueron detenidos como parte de la organización criminal, a criterio de las autoridades manejaban una ramificación del grupo que operaba en la misma zona de Golfito.

Al cierre de edición continuaba la audiencia de medidas cautelares contra todos los detenidos en la cual la fiscalía solicitó seis meses de prisión preventiva para el grupo.