Por Álvaro Sánchez |26 de noviembre de 2016, 13:46 PM

Brenda Hernández y Wílbert Barboza no pueden contener las lágrimas cuando relatan lo vivido, la noche del jueves, cuando el huracán Otto se ensañó con los cantones de Upala y Bagaces.

Esa noche, estos vecinos de Fortuna de Bagaces en Guanacaste escucharon un estruendo, pero nunca se imaginaron que una cabeza de agua -una correntada de piedras, lodo y palos- los arrastraría a ellos y a sus dos hijos.

Ella agarró a sus retoños y los tres se aferraron a la vida, a la esperanza, a su fe y a las ganas de no morir; mientras tanto, el esposo fue separado por la furia de la corriente, que todo lo arrastraba a su paso.

En el video adjunto a esta nota encuentre el desgarrador relato de esta pareja, que logró saber -por separados- sobre la existencia del otro cuando hubo comunicación entre dos albergues. El alma les volvió al cuerpo.

Solo en Bagaces las autoridades dan cuenta de cuatro muertos; otros seis se registran en Upala.