Por Yahaira Piña |6 de diciembre de 2021, 9:10 AM

El 2021 ha castigado con fuertes aguaceros al cantón de Turrialba y muchas familias se han visto afectadas. En la primera entrega de Sueños de Navidad conoceremos una de ellas, en la comunidad de Chitaría.

Karla Araya no puede recordar desde cuándo ha rogado por una casa, ella es la jefa de hogar y vive ahí junto a cuatro hijos desde hace 11 años. Una de ellas tiene problemas de la vista y retraso cognitivo.

Al inicio la casa era cómoda, pero con los años, el comején, la humedad y la lluvia han hecho de este lugar un peligro y un gran riesgo para el bienestar de esta familia. No solo se trata del deterioro propio de los años, es la condición de riesgo y el temor de que en cualquier momento la tierra los sepulte.

“La casa ahorita está en mal estado, ya el cielorraso está malísimo, por poquito se viene y la pared del frente igual, todo está aflojando rápido. El piso está malo, se le está haciendo una grieta en el centro, después de que llueve se va abriendo poquito a poquito”, contó doña Karla.


Los fuertes aguaceros de este año los han enviado a albergues y a las casas de amigos.

“Yo tuve que salir huyendo con mis hijos de aquí y fuimos a dormir en el corredor de una casa”, añadió.

Para poder cocinar, piden ayuda en la casa vecina. Este mes, por ejemplo, no les alcanzó el dinero para pagar la luz, aunque el problema más consistente que sufren es la falta de agua. Por eso la lluvia es, por ratos, enemiga y en otros momentos, una ayuda.

“No tenemos agua potable, ponemos mangueras en un ojo de agua, ahí nos trepamos en una piedra grande y conectamos la manguera para que el agua llegue hasta acá”.

Para lavar la ropa debe esperar a que llueva para poder recoger agua; una suerte similar ocurre con el baño.

En medio ese duro vivir, los muchachos siguen estudiando. Una candela debe alcanzar para hacer los trabajos.

“Estoy en noveno y me va muy bien. Le estoy echando muchas ganas para llegar a la universidad, yo sé que voy a llegar porque me siento muy capacitado; quiero estudiar ingeniería industrial”, dijo el hijo mayor, Jean Carlos Araya.

“Yo les digo que sigan en el estudio, que si ellos quieren una carrera que sueñen y que nunca dejen el estudio botado. Si el día de mañana yo llego a faltar me voy a ir sabiendo que al menos tienen trabajo”, comentó su madre.

Cuando llega Navidad se aferran al amor que se tienen entre ellos, ya que no hay un arbolito ni regalos. 

“Siempre he querido una casa para mis hijos, siempre ha sido mi sueño que ellos tengan una casa, Tengo más de 14 años de estar pulseando un bono para ellos”, contó la madre entre llanto.


Para Jean Carlos, el “sueño sería tener una casa para mi familia, para mis hermanas, para mi mamá, en la que no pasen frío en las noches, que no tengan que cubrirse de la lluvia, en la que se sientan seguras y puedan dormir mejor, que no tengan que estar buscando donde refugiarse cuando llueve muy fuerte”.

Esta Navidad puede ayudar a esta familia a cumplir el sueño de tener una casa propia. Los canales de donación que ya están habilitados: puede hacer su aporte en BAC Credomatic, por medio de transferencias bancarias o directamente en las cajas de las sucursales.

La cuenta en colones es la 800-800-807 y en dólares es la 800-800-815.

Otra forma sencilla de donar es por medio de SINPE Móvil al número 8322-6111.

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